Dívar votó al candidato conservador Piñeiro frente a Tapia para el Superior

"¿Dónde ha quedado el perfil institucional del presidente Carlos Dívar? Lo que hizo ayer en la votación para presidente del Tribunal Superior de Justicia vasco es, como mínimo, un gesto inamistoso, y si me apura, casi un insulto para quien le propuso [en alusión al presidente José Luis Rodríguez Zapatero]". Así se expresaba ayer uno de los vocales del Consejo General del Poder Judicial tras las sucesivas votaciones (hasta cuatro) para la elección del presidente del alto tribunal vasco. Con su crítica este miembro del CGPJ manifestaba su malestar e incredulidad porque el candidato de Zapatero para presidir el Tribunal Supremo y el órgano de gobierno de los jueces pudiera apoyar, finalmente, al magistrado de la APM que llevó al banquillo de los acusados al líder de su partido en Euskadi, Patxi López.

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El Consejo pide a Uria que busque un candidato de consenso

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Pero no era eso lo que estaba en discusión ayer en el pleno del Consejo, apuntaban desde otras fuentes jurídicas. Y desde la víspera ya se sabía, como ayer adelantó EL PAÍS, que el Consejo había desistido de mantener en la liza a los candidatos enfrentados con más posibilidades -el de la APM (Fernando Ruiz Piñeiro) y el progresista Jaime Tapia- con la idea de lograr un candidato que sume voluntades y no parta el consejo por la mitad. Al final, el enroque de la APM con Ruiz Piñeiro ha surtido un primer efecto: invalidad a los candidatos de JpD. Aunque ya no está muy claro que los conservadores puedan asegurar ahora un destino judicial privilegiado para quien en un mes puede convertirse ya en ex presidente de alto tribunal vasco, como pretendían como segunda opción al mantener la candidatura de Piñeiro.

El principio de acuerdo sellado la noche anterior por los sectores conservador y progresista consistió en no prolongar el proceso con la terna propuesta y forzar la búsqueda de un candidato de consenso para ese puesto, en la nueva etapa que se abre en Euskadi con la llegada de los socialistas vascos a Ajuria Enea.

La primera votación del pleno del consejo finalizó con un empate a diez para los dos principales candidatos Fernando Ruiz Piñeiro (APM), que optaba a la reelección, y Jaime Tapia, magistrado perteneciente a la progresista y minoritaria Jueces para la Democracia (JpD). La tercera en liza, la presidenta de la Audiencia de Guipúzcoa, María Victoria Cinto, obtuvo únicamente un voto.

A partir de la segunda votación y hasta en otras tres ocasiones más, el Consejo se partió por la mitad: a un lado, los 9 vocales progresistas, junto a los dos nacionalistas (Ramón Camp, de CiU, y Margarita Uria, del PNV) sumando 11 votos, frente a los nueve votos del sector conservador y el del presidente del CGPJ, Carlos Dívar.

La Ley Orgánica del Poder Judicial fija que la mayoría necesaria para elegir a los presidentes de los altos tribunales es cualificada (13, frente a los 11 votos que se necesitan para la elección de los presidentes de las audiencias).

A partir de ahora, la plaza saldrá a concurso de nuevo, según lo previsto, quedando sin efecto la terna elevada al pleno por la comisión de calificación. Entre los sectores progresistas y conservadores han encomendado oficiosamente a la vocal Margarita Uria a encontrar un presidente de consenso. La vocal peneuvista adelantó ayer a este periódico que tiene intención de volver a sondear a alguno de los magistrados que finalmente no aceptaron su propuesta de participar en la pugna por la presidencia del alto tribunal vasco. No será tarea fácil, admiten en la judicatura vasca. Uría siempre apostó por un magistrado progresista que sabe euskera. Fuentes de JpD añadieron que ellos también ayudarán en la medida de lo posible para que se abra una nueva etapa en la justicia vasca.