La muerte de un 'bloguero' preso aviva el temor a una ola de represión en Irán
Los guardias desmantelan grupos "contrarrevolucionarios" activos en la Red
Omid Reza Mir-Sayafi, un bloguero iraní condenado por insultos al líder supremo y al fundador de la República Islámica, murió el pasado miércoles en la prisión de Evin en circunstancias confusas. Las autoridades aseguraron que se había tratado de un suicidio. Sin embargo, tanto la familia como varias organizaciones de derechos humanos denuncian que no recibió atención médica y han pedido una investigación. Su caso aumenta el temor sobre la suerte de otros detenidos por delitos de opinión.
"Responsabilizamos a las autoridades iraníes de la muerte de Omid Reza Mir-Sayafi. Fue injustamente detenido y no le facilitaron la atención médica necesaria", asegura Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su página web. Esta organización de defensa de los periodistas también pide que se establezca "una comisión independiente para determinar la causa de la muerte del joven".
Mir-Sayafi, de 25 años, se encontraba en prisión desde el pasado 7 de febrero tras haber sido condenado a dos años y medio de cárcel por insultar en su blog al líder supremo, Alí Jamenei, y al imam Jomeini.
Su abogado, Mohammad Alí Dadkhah, contó a los periodistas que otro preso, el doctor Hesam Firuzi, trasladó a Mir-Sayafi a la enfermería de la cárcel en estado semiinconsciente el miércoles por la tarde. Sin embargo, el médico que estaba de guardia consideró que fingía. Según Firuzi, el joven sufría depresión y había recibido una dosis extra de medicamentos. "En su opinión, si hubiera recibido la atención médica adecuada, no habría muerto", resumió Dadkhah.
Represión en Internet
El caso ha reavivado la preocupación por otros internautas encarcelados. El pasado diciembre, el portavoz del poder judicial confirmó la detención varias semanas antes de Hosein Derakhshan, el llamado padre de los blogueros iraníes. Derakhsan, de 33 años, acababa de regresar a Teherán tras varios años en Canadá, donde adquirió la nacionalidad. Aunque no se han hecho públicos los cargos contra él, la prensa canadiense asegura que se le acusa de espiar para Israel, debido a un viaje que realizó a ese país.
Al día siguiente de la muerte de Mir-Sayafi, el cuerpo de Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico más conocido como Pasdaran, anunció el desmantelamiento de "varias redes que habían creado sitios antirreligiosos, obscenos y contrarrevolucionarios". Su comunicado implicaba a 26 personas, a las que acusaba de recibir apoyo de "servicios secretos extranjeros" sin especificar. El texto también responsabilizaba a Google y a varias empresas publicitarias de apoyar esas webs.
Desde la irrupción de Internet, las autoridades iraníes han tratado de controlar sus contenidos. Pero no sólo bloquean el acceso a las páginas de la oposición, sino a numerosas fuentes informativas, webs de música e incluso redes sociales. Aun así, en febrero levantaron la prohibición a Facebook y YouTube, que desde entonces se han convertido en dos de los sitios más visitados por los internautas iraníes. Algunos temen, sin embargo, que sea un simple truco para atraerse las simpatías de los jóvenes ante las elecciones presidenciales del próximo junio o, peor aún, una forma de identificar las voces críticas que se refugian en esos foros.
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