_
_
_
_
Los escándalos que afectan al PP

"Presidenta, cierra usted la comisión, no las sospechas"

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

El debate de ayer fue una repetición casi sin matices del que ya mantuvieron los portavoces de los grupos el lunes, cuando la comisión de investigación sobre la presunta trama de espionaje político cerró definitivamente por decisión del PP. El popular David Pérez, insistió en que no hubo espionaje sino una operación de descrédito contra Esperanza Aguirre lanzada por EL PAÍS y alentada por PSOE e IU para "ganar Madrid a toda costa". Las portavoces de la oposición le respondieron que los principales espiados, Manuel Cobo y Alfredo Prada -a los que el PP no permitió hablar en la comisión- han denunciado los seguimientos ante los tribunales, y que el propio Mariano Rajoy declaró en su día: "No son rumores, esos documentos existen".

"¿Quién va a reparar el buen nombre de quienes fueron acusados sin pruebas? ¿Quién va a responder por este montaje?", preguntó Pérez con gesto de indignación. Y, dirigiéndose a la bancada de la oposición, añadió: "Ya está bien de sobreactuar. Llevan un mes y medio acusando en falso a un Gobierno, han hecho daño a personas e instituciones, han usado esta Cámara para una farsa. Ahora que se ha demostrado que todo era mentira, ¡deberían pedir perdón y se hacen las víctimas!".

El portavoz del PP recuperó el tono más bronco de las últimas semanas y volvió a tachar de falsos los partes de seguimiento publicados por EL PAÍS, algo a lo que había renunciado 48 horas antes, cuando dejó sus conclusiones por escrito en el dictamen. La ausencia, ayer, de Alfredo Prada y Carmen Rodríguez Flores, dos de las presuntas víctimas, pareció animarle a retomar su discurso menos medido.

"Catástrofe moral"

"Un Gobierno que se considera libre de toda responsabilidad no sale huyendo", le replicó Inés Sabanés, aludiendo a la "estrategia planificada del PP" para dar carpetazo a la investigación. "Señora Aguirre, sus órdenes se han cumplido: la comisión se cierra. Pero cierra la comisión, no las sospechas. Nosotros pensamos que hubo espionaje. Algunos que hoy no están aquí también lo piensan", agregó mirando los escaños de Prada y Rodríguez. Y luego miró a la presidenta: "Éste es el principio del fin de su impunidad".

La socialista Maru Menéndez subrayó que lo ocurrido constituye "uno de los episodios más oscuros y más graves de la historia de la Comunidad de Madrid", y acusó a Esperanza Aguirre de generar "una catástrofe moral" en la institución. "Han decidido ocultar los hechos, negar las evidencias. Al final de la escalera está usted, señora presidenta. O baja o sale de la presidencia. Si no, la sacarán los ciudadanos por la puerta de atrás".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_