Una ola de protestas y disturbios hunde Pakistán en el caos
Zardari acepta restituir al presidente del Supremo depuesto por Musharraf
El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, cedió anoche, tras los incidentes más graves en tres semanas de protestas, y accedió a restituir al ex presidente del Tribunal Supremo Muhammad Iftikhar Chaudhry y a los otros jueces depuestos por Pervez Musharraf, para intentar poner fin a la crisis política que atenaza el país. Así lo anunció, poco antes de las seis de la mañana (madrugada en España), su primer ministro, Yusuf Raza Gilani. Era una de las principales exigencias del líder de la opositora Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), Nawaz Sharif, que había capitalizado la marcha a Islamabad organizada por las asociaciones de abogados y los islamistas de Jamaat Islami para reclamar la rehabilitación.
Las protestas habían degenerado ayer en violentos disturbios en Lahore, la segunda ciudad del país. Sharif denunció una orden de arresto domiciliario y pidió a sus seguidores que salieran a la calle para apoyar la marcha de los abogados, que hoy debía culminar con una sentada frente al Parlamento, en Islamabad. El pulso entre ambos políticos ha puesto en peligro el frágil Gobierno.
La vuelta a sus puestos de los magistrados se hará efectiva el próximo día 21. "Anuncio la restitución de todos los jueces depuestos, incluido Iftikhar Chaudhry, de acuerdo con la promesa hecha por el presidente de Pakistán y por mí mismo", afirmó Gilani, informa Reuters.
El viudo de la ex primera ministra Benazir Bhutto prometió rehabilitar a los jueces cuando accedió a la presidencia el pasado septiembre, pero no lo hizo. A decir de algunos analistas, Zardari teme que Chaudhry anule el pacto que alcanzó con el dictador para archivar las acusaciones de corrupción que pesan sobre él y su esposa asesinada. Cientos de abogados celebraron anoche la prevista restitución ante la residencia de Chaudhry en Islamabad.
"Ha llegado la hora de que marchemos juntos. No pueden detenernos", había arengado Sharif durante el día a los cientos de partidarios que se habían congregado frente a su domicilio, según Dawn Television. "El arresto domiciliario es ilegal e inmoral", insistió antes de subirse a un todoterreno para unirse a la protesta, que ya se había tornado violenta en varios puntos de la ciudad.
Las imágenes mostraban cómo la policía disparaba gases lacrimógenos a los manifestantes, que lanzaban piedras. Varios agentes resultaron heridos. Los incidentes son los más graves desde que hace tres semanas el Tribunal Supremo inhabilitara para cualquier cargo electo al ex primer ministro Sharif y a su hermano Shahbaz, hasta entonces jefe del Gobierno regional de Punjab, del que Lahore es la capital.
La capital paquistaní amaneció ayer tomada por las fuerzas de seguridad y con sus accesos bloqueados para impedir que la marcha llegase hoy al Parlamento. La semana pasada las autoridades detuvieron a cientos de opositores. El enfrentamiento entre Sharif y Zardari amenaza con paralizar el Gobierno y distraerle de la lucha contra los talibanes. EE UU y otros países occidentales han presionado a ambos para que encuentren una salida negociada.
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