López sólo financiará a asociaciones de presos que condenen a ETA

El jueves, la Ertzaintza retiraba en Mondragón las fotos de 18 etarras expuestas, desde hace años, en la verja de una sucursal del Banco Guipuzcoano. Fue consecuencia de una orden de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, a instancias del Ministerio del Interior, por "enaltecimiento del terrorismo y humillación de las víctimas" y sólo cinco días después de que el candidato socialista a lehendakari, Patxi López, lo denunciara como el "muro de la vergüenza" en el homenaje al ex edil socialista Isaías Carrasco, asesinado un año antes por ETA en esa localidad. Fue la primera declaración, tras las elecciones, del que probablemente, en mes y medio, será el primer lehendakari no nacionalista. Y la elevó a categoría de prioridad: "No habrá un solo espacio de impunidad en democracia para que nadie dé cobertura, aplauda o justifique la violencia". La reducción de la impunidad se materializará en medidas como la eliminación de subvenciones a asociaciones de presos que no condenen el terrorismo.

Desaparecerán las referencias al terrorismo como un conflicto político

Los medios públicos deberán colaborar para deslegitimar a la banda armada

López va a llegar al Gobierno vasco cuando ETA ha entrado en fase terminal. Pero no sucede lo mismo con la subcultura de comprensión de la violencia que ha generado en Euskadi, donde queda mucho por hacer. Una prueba es que la Oficina de Atención a las Víctimas del Gobierno vasco, encabezada por Maixabel Lasa y Txema Urquijo, no ha podido desarrollar su plan educativo de deslegitimación de ETA por las trabas impuestas por la Consejería de Educación, que encabezaba Tontxu Campos, de Eusko Alkartasuna. Este plan lo va a incorporar a su acción de gobierno el equipo de López. Su número dos, Rodolfo Ares, que podría ser el nuevo consejero de Interior por la complicidad con que cuenta con López y sus excelentes relaciones con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tiene algunas ideas precisas sobre cómo afrontar la deslegitimación de ETA y mejorar la lucha antiterrorista.

- Mejor coordinación. No es el principal problema. Las relaciones entre los departamentos de Interior vasco y central en el combate contra ETA han mejorado con Javier Balza y Rubalcaba. El diagnóstico es común: ETA está más debilitada que nunca; se conoce mejor que nunca sus interioridades y tiene menos apoyos que nunca, pero aún puede dar zarpazos. No obstante, Ares espera mejorar los resultados de la Ertzaintza con una mayor dotación de medios y mayor cobertura política a sus miembros en su combate contra el terrorismo etarra.

- Combate total. El cambio respecto a la etapa de Ibarretxe como lehendakari se percibirá pronto en que Ajuria Enea no deslegitimará ni las decisiones judiciales sobre ETA ni la Ley de Partidos. El discurso de Ibarretxe, crítico con ellas, dio alas a que la izquierda abertzale y un sector del nacionalismo jugaran a la equidistancia entre ETA y la respuesta del Estado a la banda.

- Discurso político. Ajuria Enea va a cambiar radicalmente su discurso político sobre ETA respecto a la etapa de Ibarretxe. Desaparecerán las referencias al terrorismo como consecuencia de un conflicto político; o planes, como los soberanistas o la consulta de Ibarretxe, presentados como talismanes de resolución del terror cuando lo que hacían era alimentar su justificación. El nuevo discurso insistirá en que el terrorismo es el factor esencial de la falta de normalización vasca y tras él, la ausencia de consenso de los partidos para combatirlo, muy visible hasta ahora. Lo que el nuevo Gobierno combatirá no es el nacionalismo sino la idea totalitaria que subyace en parte de él.

- Subvenciones. Las subvenciones concedidas tradicionalmente por el Gobierno vasco a la asociación de familiares de presos de ETA (Etxerat) va estar condicionada, con el nuevo Ejecutivo, al rechazo del terrorismo por parte de dicha asociación.

- Medios públicos de comunicación. El nuevo Gobierno vasco pretende que los medios públicos (EITB) colaboren en deslegitimar el terrorismo. Les pedirá que distingan el compromiso de informar sobre los partidos ilegalizados por su relación, directa o indirecta, con el terrorismo sin darles cobertura y voz.

- Plan de educación. La deslegitimación ética, social y política del terrorismo, el combate a su totalitarismo y la defensa de los valores democráticos es una tarea de largo recorrido en Euskadi. La Oficina de Atención a las Víctimas inició la pasada legislatura una experiencia piloto en seis centros educativos que, según Urquijo, fue un éxito por la empatía de los alumnos hacia las víctimas y el rechazo a los terroristas. Pero la Consejería de Educación, de EA, torpedeó su extensión.

- Víctimas. Ares retomará el plan. En Euskadi, dónde ha cuajado el discurso nacionalista de presentar a los etarras como héroes liberadores de su pueblo, y se ha equiparado a las víctimas con los victimarios, como resultante de un conflicto político, este plan resulta esencial para un Gobierno del cambio. Ares quiere que las víctimas de ETA -mejor asistidas en los últimos años- expliquen en los centros educativos cómo son víctimas del totalitarismo etarra y no la consecuencia de un falso conflicto político entre un movimiento liberador y un Estado represor, como la izquierda abertzale y parte del nacionalismo han presentado a ETA.