El PP impide a Corina Porro entrar en la Xunta

La dirección nacional del PP ha frustrado por ahora las aspiraciones de la ex alcaldesa de Vigo Corina Porro de entrar en el futuro Gobierno de Alberto Núñez Feijóo. Desde la sede del PP en la calle Génova de Madrid han llegado instrucciones precisas para que Porro mantenga su escaño en el Senado, lo que cierra la puerta a cualquier posibilidad de que se integre en la próxima Xunta. La intervención del PP nacional ha zanjado el pulso que Porro, con el apoyo de la dirección del partido en Pontevedra, mantenía desde hace días con Feijóo para situar a la ex alcaldesa como conselleira de Sanidade.

La escena se repitió en varios mítines de Pontevedra a lo largo de la campaña. Como anfitrión, el presidente de la Diputación y del partido en la provincia, Rafael Louzán, toma la palabra, nutre de elogios a Feijóo y reparte estacazos en idénticas dosis a Bloque y PSOE. Entre el jabón a su líder, Louzán cuela en los actos de Vilagarcía y Tui una idea recurrente: el PP de Pontevedra fue un bastión clave para convertir a Feijóo en sucesor de Fraga.

Pilar Farjas tiene todas las papeletas para ser conselleira de Sanidade

El barón provincial no ha esperado a la investidura del futuro presidente y esta semana ha vuelto a hacer memoria. Esta vez de puertas adentro. Aliado con su vicepresidente, Chema Figueroa, y con la senadora Corina Porro ha presionado para llevar a ésta a una de las carteras con más presupuesto de la Xunta, la Consellería de Sanidade con importantes retos pendientes como los futuros hospitales de Vigo y Pontevedra. El pulso interno ha llegado al punto de que Porro, según algunas fuentes, habría ofrecido la posibilidad de no ser candidata en Vigo durante las municipales de 2011, además de dejar su escaño en el Senado, tal y como exige la ley, para tomar posesión de su acta de diputada en el Parlamento gallego antes de instalarse en San Caetano.

La fatídica muerte, el pasado fin de semana, del suplente de la ex alcaldesa en la Cámara Alta, el vicesecretario del PP de Vigo, Ángel Latas, que mantiene conmocionada a toda la agrupación viguesa, ha frustrado los planes de Porro, Louzán y Figueroa. Al haber fallecido su futuro sustituto en el Senado, la renuncia de Porro dejaría -en el mejor de los casos, puesto que la ley no aclara este supuesto- el escaño vacío. Una idea de la que no quiere ni oír hablar la dirección nacional del PP, que, según ha confirmado a este periódico, considera clave el juego de equilibrios en la Cámara Alta para hacer oposición al Gobierno de Rodríguez Zapatero. Todo, en un momento, aseguran, en que el PSOE lo va a tener muy crudo para encontrar apoyos parlamentarios.

Aunque la decisión no está formalmente tomada, en la sede de la calle Génova prevalece la opinión de que Porro ha de seguir en su escaño. Si el aparato del PP impone sus tesis, las incompatibilidades legales truncarían su plan para ser conselleira. En caso de no poder entrar en el Gobierno, Porro aspiraba al cargo de superdelegada de la Xunta en Vigo, uno de los puestos clave que creará Feijóo dentro del organigrama administrativo que prescindirá de los delegados provinciales de las consellerías. Para esos cargos debería renunciar a su acta en la Cámara gallega.

Porro, muy afectada por la muerte de uno de sus colaboradores más cercanos, se ha tomado unos días de descanso antes de decidir si seguirá en el Senado, según ha admitido a este periódico. Fuentes del PP aseguran, en todo caso, que la dirigente no podrá tomar por libre una decisión tan importante. La carambola permitiría a Feijóo prescindir de una persona que no pertenece a su círculo de confianza.

Fuentes cercanas al futuro presidente sostienen que ya ha tanteado a alguna gente para que formen parte de su gabinete. En Sanidade, tiene grandes posibilidades Pilar Farjas, concejal del PP en A Coruña, que ya fue directora general de Saúde en 1997, y que dirigió la Agencia Española de Seguridad Alimentaria en 2002 cuando Ana Pastor presidía el ministerio. Para el área de industria, el presidente electo baraja el nombre de un independiente, Isidoro Pardilla Gago, ingeniero industrial, con una trayectoria laboral muy vinculada a Unión Fenosa. Ahora es presidente de la Compañía Española de Industrias Electroquímicas con sede en O Barco.

En la nueva Xunta del PP, Feijóo quiere también a su hombre de confianza, Pedro Puy, encargado de elaborar el programa electoral y que estos días trabaja para recortar el organigrama de la Administración. Sobre el papel, Puy cuenta con muchas posibilidades para situarse al frente de la Consellería de Presidencia. Pesca sería para otra mujer, Rosa Quintana, número seis en la candidatura de A Coruña, y que ya hizo tándem con López Veiga en el último Ejecutivo de Fraga. Algunas cofradías han llegado a reclamar públicamente su nombramiento.

Para la cartera de Cultura, el futuro presidente estaría tanteando a otra figura independiente, alguien que "ni siquiera votó al PP en estas últimas elecciones", si atendemos a su compromiso durante la campaña.

La máxima de Feijóo de exigir dedicación plena a sus cargos directivos puede frustrar sin embargo la llegada de Alfonso Rueda a la Xunta, que muchos internamente daban por cerrada. El actual secretario general del PP se quedaría al mando de un partido con importantes retos de renovación por delante y que el líder no está dispuesto a descuidar. En situación parecida está otro amigo personal del presidente in pectore, Carlos Negreira, compañero de Feijóo desde hace años y portavoz de la oposición en el Ayuntamiento de A Coruña. La única superviviente del último Gobierno de Fraga en las listas, Pilar Rojo, tendría como destino, según las mismas fuentes, la Presidencia del Parlamento. Con todo, la última palabra la tiene un líder hermético, poco dado a confiar sus planes a terceros, como ha demostrado en todas sus designaciones al frente del PP gallego.