Vizcaya aprobará tras cinco años el plan de protección de Ordunte

La Diputación de Vizcaya prevé aprobar a finales de año el plan de protección de Ordunte, cuando habrán transcurrido más de cinco años desde la declaración de esta zona por la Unión Europea como Lugar de Interés Comunitario (LIC). La UE fijó abril de 2010 como fecha límite para que las distintas administraciones presenten, no los planes de gestión de los LIC, sino informes con las actuaciones desarrolladas para la protección. Por ello, parece complicado cumplir ese plazo cuando el plan en Ordunte todavía no se ha aprobado. Sion embargo, el director foral de Montes, Pelli Manterola, aseguró ayer que "no hay problemas para cumplir los plazos".

La demora ya se debatió en las Juntas Generales, que hace tres años pidieron a la Diputación que presentase el plan de gestión de Ordunte. En esta zona se rechazó la construcción de un parque eólico, el primer proyecto industrial avanzado desechado en Euskadi por razones medioambientales. Uno de los motivos es que la zona cuenta con una turbera con flora única en el mundo.

La UE fijó abril de 2010 para presentar un informe con las medidas acometidas

Ecologistas y colectivos de la zona han criticado el abandono de la turbera, que sufrió un gran incendio hace varias décadas y cuya persistencia se ve amenazada por la afluencia de ganado. Ello obligó el pasado verano a que la Junta de Castilla y León -parte de la turbera se encuentra en Burgos- colocase un vallado de un kilómetro para protegerla. En los últimos meses se ha derribado más de medio kilómetro de valla. "Ha tenido que ser algún ganadero porque se necesita un tractor o un todoterreno", aseguran los ecologistas, al tiempo que critican a la Diputación por no haber puesto vallas ni otras medidas de protección.

La diputada de Agricultura, Irene Pardo, aseguró ayer que el plan de protección de Ordunte tendrá como prioridad la conservación de la turbera. "Se establecerán medidas urgentes". Pardo anunció que durante dos meses se abrirá un proceso de participación con ayuntamientos y colectivos para que realicen sus aportaciones al borrador del plan, antes de que luego se abra el periodo oficial de alegaciones.

Remarcó que, junto a la conservación del medio natural, se buscará "un equilibrio con las prácticas agrícolas, ganaderas y forestales". Las medidas que se aprueben tendrán una vigencia de seis años.