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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El país de la picaresca

Nadie, utilizando la lógica, puede entender que la corrupción no tenga castigo, no pase nada, o, mejor dicho, se premie en nuestro país. Está de sobra confirmado que muchos ejemplos probados de corrupción de algunos dirigentes políticos, claramente de tendencia conservadora, no han conllevado ni "auto-castigo moral" (dimisión) o "castigo penal" (cárcel) como sería y es la norma en cualquier país con salud democrática y buen nivel sociocultural.

Pero, ¿cuál es la razón de que aquí no sólo no pasa nada sino, incluso, y por el contrario, son "aclamados" y "premiados" por sus electores? No puede ser sólo influencia de La Celestina, deberá haber algo más. Pero sin duda alguna parece estar claro que en una no despreciable proporción de ciudadanos se mantiene todavía más la mentalidad de "súbdito" y de "agradecido" manteniendo sin saberlo el germen o el gen potencial de la corrupción en sus cromosomas. Contrariamente a otros países con cultura democrática superior, en esta España actual el que miente, el que se enriquece de manera anómala, sigue siendo un ejemplo de "hombre listo" e inteligente. También es verdad que siempre hemos escuchado desde nuestra corta infancia en nuestras iglesias católicas aquello de: si te confiesas, serán perdonados tus pecados. Volvemos al enfrentamiento de la Reforma y sus países de influencia, en donde la mentira es severamente castigada sobre todo en lo concerniente a la rex publica, y la Contrarreforma a la que pertenecemos, en donde "el listo" aunque mentiroso es un "triunfador" e incluso hasta se puede nombrar doctor honoris causa por alguna universidad.

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