Incógnitas del plan para Citroën

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, no despejó ayer en su comparecencia en el Congreso la pregunta del millón: qué ayudas recibirá la planta de PSA Peugeot Citroën del Plan de Competitividad que su departamento ha lanzado para afrontar la crisis de las fábricas automovilísticas españolas. Sí dijo, en respuesta a una interpelación parlamentaria del BNG, que dará su visto bueno a todos los proyectos de inversión presentados por PSA que, en su opinión, "garantizan la continuidad de la factoría". A los 800 millones de euros comprometidos por la Administración en esa línea de ayudas publicada en febrero le han salido muchas novias. Las plantas catalanas de Seat y Nissan cuentan con recibir una buena parte de la tarta y Vigo aspira a 250 millones de esos fondos.

La incógnita de cómo evolucionará la producción y con ella el empleo tampoco se ha despejado. Aunque el ministro aseguró que, hoy por hoy no hay ningún Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado en la factoría gallega "ni está previsto", lo cierto es que fuentes de la dirección siguen sin descartar que se pueda producir este año. En todo caso, las medidas acordadas con los sindicatos alejan cada vez más esa posibilidad: el próximo paro de la producción será en Semana Santa y sólo afectará a una de las dos líneas de la cadena de montaje. Al contrario que en Volkswagen, no se han planteado recortes o congelaciones salariales: el convenio actual, firmado el año pasado, reconoce una mejora en las nóminas de medio punto sobre el IPC cada año. En enero se aplicó la del 2008.

PSA concurre a las ayudas con dos proyectos, uno propio para la factoría y otro en colaboración con el Cluster de Empresas del sector. Su propuesta se basa en tres ejes de inversión: I+D+i para desarrollar nuevos productos, la preparación de la cadena de montaje para nuevos lanzamientos y la implantación de tecnología para limitar las emisiones contaminantes de los vehículos. Todo ello con el horizonte de 2012. En el futuro inmediato la fábrica tendrá que recolocar a medio millar de trabajadores fijos que dejarán de trabajar, a partir de abril, en el turno de noche.