Cómo llegó la crisis
Que hay una crisis de carácter mundial creo que no lo pueden negar ni las avestruces más testarudas; que el PSOE no es el culpable es tan evidente que no merece detenerse en más explicaciones. Pero sí merece la pena detenerse en explicar cómo se ha llegado a esta crisis, al menos en España.
Hace unos años, el sector inmobiliario empezó a dar grandes beneficios en poco tiempo, por lo que empresarios de otras actividades se reconvirtieron en inmobiliarios. Esto supuso la merma de otras actividades, aunque eran lucrativas, ocasionando una gran concentración de capital en una sola actividad. Desde hace años se viene hablando de la "burbuja inmobiliaria" y su estallido, para el que se prepararon los grandes beneficiarios poniendo sus ganancias a buen recaudo, y ahora no quieren arriesgarlas creando riqueza en otras actividades.
Los bancos invirtieron sin miedo en el sector inmobiliario dada su alta revalorización, y ahora se encuentran los problemas, a clientes especiales ofrecieron inversiones con grandes beneficios que se han convertido en papel mojado. En todo esto ha habido enormes beneficios para una serie de señores que ahora han visto la luz, cortan el crédito para la creación de riqueza y destinan fondos para resarcir a sus clientes especiales por las pérdidas que les han causado, dejando de lado al resto.
La clase empresarial española, ante la posibilidad que se les abre con los famosos ERE, pide que se abarate el despido, poniendo como ejemplo lo que sucede en países como Dinamarca, pero no se les ocurre subir los sueldos ni los impuestos al nivel de Dinamarca para tener las mismas prestaciones.
El Gobierno debería legislar para una mejor distribución de la riqueza y ejercer un férreo control sobre bancos y empresas que cuando obtienen grandes ganancias procuran repartir lo mínimo y cuando no ganan tanto pretenden dejar en la indigencia a quienes les han ayudado a obtener esos beneficios.
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