'Pizzas' con trufa o rabo de vaca

El italiano Ignacio Deias, propietario de Boccondivino, uno de los mejores italianos de Madrid en estos momentos, continúa ampliando sus negocios con fórmulas en torno a la cocina transalpina. En este caso, con una refinada casa de comidas de ambiente contemporáneo que incide en la pizza. Nada original en una ciudad donde los locales italianos proliferan de manera desmedida, salvo que las materias primas son buenas, los precios razonables y casi todas sus especialidades están bastante cuidadas. A guisa de declaración de intenciones figura el horno artesanal de piedra de lava, que se alimenta con leña para cocer 17 pizzas diferentes, de masa fina y coberturas predecibles basadas en tres ingredientes, tomate y queso mozzarella, con contrapuntos que varían: anchoas, alcaparras, ruqueta o jamón de Parma.

En apartado independiente, cinco pizzas de corte gourmet cuyas coberturas recurren a setas, quesos, trufa negra e incluso rabo de vaca guisado. Antes, para empezar o como alternativa, varios entrantes que, aunque se centran en el arco de la Italia meridional, admiten especialidades de otras regiones. Merecen la pena los tomates secos (pomodori al sole), la bresaola (cecina de vaca) y el jamón San Daniele.

La carta no se olvida de las pastas ni de las ensaladas y resulta sabrosa la caponata (pisto italiano), así como no desmerece su versión del vitello tonnato (lascas de rosbif con mayonesa de atún). De postre, un tiramisú correcto. La lista de vinos es escueta, las servilletas son de papel y el servicio, entre afable y desenfadado.