La quiebra de la 'empresa'

Los militantes y simpatizantes de Ezker Batua (EB) no han terminado de digerir la catástrofe electoral del domingo y sus dirigentes, a duras penas. El coordinador de EB y candidato a lehendakari, Javier Madrazo, reapareció ayer en Vitoria tras la tormentosa noche electoral, y después de haber puesto su cargo a disposición de la formación, para entregar las llaves de un bloque de apartamentos en alquiler. Pese al mal trago que está viviendo, Madrazo, quien ni siquiera ha sido capaz de revalidar su propio escaño, trató de rehacerse al dar las llaves a los inquilinos, un momento de gran alegría para éstos.

El consejero de Vivienda en funciones guardó silencio sobre su futuro y se remitió a la reunión el próximo lunes de la presidencia de EB, que escucharán sus reflexiones personales y analizará su renuncia y los pasos a dar. Aunque todo está abierto, lo más probable es que Madrazo vuelva a la docencia al instituto bilbaíno donde tiene plaza como profesor de Filosofía. Eso sí, antes deberá reciclarse, como él mismo ha reconocido en alguna ocasión. Y es que, lleva fuera del circuito docente desde hace más de 14 años.

Además de su futuro, lo que se encuentra en juego es la propia supervivencia económica de la empresa EB, a la que el desastre electoral le va a costar muy caro tanto por lo que va dejar de ingresar como por los trabajadores de los que va a tener que prescindir en el grupo parlamentario, en el Gobierno y en sus propias sedes. Sin ingresos procedentes de la Cámara o del Ejecutivo (los militantes con cargo pçublico entregaban una parte del sueldo a la formación) los recortes van a resultar inevitables.

Por ejemplo, en las subvenciones que concede el Gobierno a los partidos para sufragar los gastos de la campaña electoral. EB recibirá poco más de 104.000 euros por su único escaño y los menos de 37.000 votos conseguidos el domingo. Muy lejos del millón de euros que se ha gastado en la camapañ. El agujero económico que se le origina es notable.

A ello hay que añadir la merma que sufrirá al caer de tres a un solo escaño. Si hubiese logrado mantener su representación habría podido formar grupo propio gracias a la reciente reforma del Reglamento de la Cámara. EB recibía 201.000 euros al año por integrarse en el Grupo Mixto con sus tres escaños. Ahora que deberá compartir ese mismo grupo con EA y UPyD con un parlamentario, su asignación caerá a 109.000 euros. De los seis asesores que le correspondían ahora pasará a dos.

Los recortes llegarán hasta el personal al servicio del partido en sus sedes territoriales. Mientras, los 15 altos cargos y diez asesores que EB tiene en la cartera de Vivienda y Asuntos Sociales preparan las maletas y apuran su último mes de gestión.