CGT se querella contra el jefe de Correos por abrir el centro de Zona Franca

El sindicato CGT se ha querellado contra el director de Correos de la zona de Cataluña, Manel Rey, por haber ordenado que se reabriera el centro de la Zona Franca de Barcelona clausurado por Inspección de Trabajo a causa de las bajas temperaturas. En la querella se imputan a Reyes varios delitos contra los derechos de los trabajadores y se expone que dos meses después de ocurrir los hechos la empresa no ha adoptado las medidas necesarias para mejorar las condiciones de trabajo en el centro.

Los hechos se remontan al pasado 8 de enero, cuando los 230 empleados de Correos dejaron de trabajar y un centenar de ellos se encerraron en el recinto para protestar por el frío que debían soportar sin que la empresa les proporcionara la ropa adecuada. Un inspector de Trabajo visitó aquella tarde el centro y paralizó la actividad hasta que la empresa no elevase la temperatura por encima de los 14 grados centígrados que se registraban. La Inspección certificó que esas condiciones implicaban "un riesgo grave e inminente" para la seguridad y salud de los trabajadores.

Correos informó al día siguiente de que el centro volvía a funcionar y explicó que se había reparado la avería del sistema de climatización de las instalaciones. El sindicato CGT explica que algunos responsables del centro invitaron a los empleados a trabajar "bajo amenazas de apertura de expedientes", pero los trabajadores se negaron.

Máquinas de calor

La actividad se reanudó el día 14, después de que Correos alquilara 16 máquinas emisoras de calor, que situaron la temperatura en una horquilla de entre 17 y 20 grados. Al día siguiente, el inspector de Trabajo levantó la paralización de la actividad.

El sindicato considera que la actuación de Reyes generó riesgo para la salud y la seguridad de los trabajadores y que el frío registrado en aquel centro no está relacionado con las bajas temperaturas que se vivieron aquellos días en Cataluña. La CGT denunció ayer que los problemas se arrastran desde la inauguración del centro, en agosto de 1998, y que el problema real es que está construido con unas placas metálicas que transmiten un frío intenso en invierno y un gran calor en verano. De ahí que el absentismo laboral sea del 22%, el doble del que se registra en otros centros.