Feijóo nombrará a cinco delegados de la Xunta en las provincias y Vigo

Entra en San Caetano con la promesa, mil veces repetida el último mes, de meter la tijera a la Administración. El presidente electo, Alberto Núñez Feijóo, tiene las cuentas echadas para eliminar a golpe de decreto 47 altos cargos de la Xunta. Con cada uno de ellos caerá el chófer, el coche oficial y un salario bruto medio de 50.000 euros más antigüedad.

Los recortes del "gobierno austero" del PP se llevarán por delante a 47 de los 52 delegados provinciales del Gobierno autónomo. En lugar de un representante por consellería y provincia, el organigrama de Feijóo contempla sólo cinco superdelegados -que lo serán de todo el Ejecutivo-, uno para cada circunscripción (A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra) además de Vigo que también contará con uno por ser la mayor ciudad de Galicia. Por debajo de ellos, en las sedes provinciales de las consellerías, que sí se mantendrán, habrá técnicos con la categoría de jefes de servicio también por designación directa pero sin la estructura de la que disponen los delegados provinciales. El esquema será calcado al del Gobierno de Castilla y León, que preside el popular Juan Vicente Herrera.

Los superdelegados representarán a la Xunta en los cinco territorios

Con esta remodelación, Feijóo estaría ya muy cerca de cumplir con su promesa de adelgazar la Administración y de suprimir un 40% de altos cargos, puesto que habría eliminado el 38% de los 124 que existen en el bipartito. El 2% restante "saldrá", según fuentes del PP, de rebajar de 13 a 10 como máximo el número de consellerías y de fusionar direcciones generales.

El "contrato" que el candidato popular "selló" en campaña con los ciudadanos prevé integrar Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en un único departamento. Habrá una Consellería del Mar y el resto del dibujo administrativo lo ultimará durante las próximas semanas Feijóo, junto al equipo de expertos que participaron en su programa.

Algunos de sus asesores dan por hecho que aglutinará Economía e Industria en una sola cartera para que todos los institutos económicos operen con una única instrucción. Si adopta el modelo de los primeros ejecutivos de Fraga, Sanidade e Servizos Sociais también estarán unidas.

La nueva organización del Ejecutivo tiene un innegable trasfondo político puesto que, de hecho, esos cinco representantes de la Xunta hablarán en nombre de todas las consellerías en cada uno de los territorios asignados. Actuarán a todos los efectos como delegados del Gobierno con perfil político propio y visibilidad en los medios en las cuatro provincias, además de Vigo.

El plan de ahorro del presidente in pectore, que espera recuperar 100 millones de euros anuales con los que hacer frente a la cascada de rebajas fiscales anunciadas en campaña, implica también a los ayuntamientos y diputaciones. Establece un marco económico para regular los sueldos de los políticos municipales (y sus cargos de confianza) que irán en consonancia con la población de los municipios.