La lluvia agrava los daños del tornado

Se quedaron si techo y ahora el agua destroza muebles, enseres y paredes. En apenas un mes, primero un tornado y ahora las lluvias. Más de vecinos de la barriada malagueña de Nuevo San Andrés han tenido que ser desalojados de sus viviendas tras una noche de intensa lluvia, cuando aún no están concluidas las obras de reparación de las cubiertas y techos que destrozó el tornado el pasado 1 de febrero. Con estos desalojos son ya 114 las personas que están realojadas en hoteles por los daños del tornado.

La situación provocó la indignación de los vecinos, que en la mañana de ayer cortaron el tráfico en señal de protesta e increparon al alcalde, Francisco de la Torre (PP), que visitó la zona para conocer de primera mano la situación. "Mi vecina tiene la casa destrozada, me he hinchado de llorar de pena cuando la he visto", afirmó una mujer.

Las constructoras se comprometen a reforzar y acelerar las reparaciones

Otro hombre relató que a medianoche del lunes llamaron a los bomberos porque el agua anegaba la vivienda, en la que residen cuatro personas, y la única solución fue el desalojo. "Es una vergüenza que tarden tanto en las obras con tanto paro como hay", se quejó.

En la tarde de ayer, el Ayuntamiento y la Junta arrancaron un compromiso a las empresas contratadas para las reparaciones para que a partir de hoy incrementen el ritmo de los trabajos. Las constructoras emplearán a partir de hoy 11 camiones grúa y 160 nuevos operarios, para trabajar en todos los bloques afectados al mismo tiempo.

Todo ello obligará a cerrar el tráfico en algunas calles del barrio y a prescindir de un buen número de aparcamientos, para los que el consistorio se ha comprometido a habilitar un espacio cercano.

El alcalde reconoció que las obras no marchan hasta ahora a un mejor ritmo porque falta material suficiente. La delegada del Gobierno de la Junta en Málaga, María Gámez, pidió además a las empresas que tomen "medidas preventivas efectivas" para que en caso de lluvia se evite que el agua caiga directamente en el interior de las viviendas. Desde la noche del lunes y durante todo el día de ayer las lluvias fueron constantes en Málaga, y el pronóstico apunta a que continuarán en los próximos días.

Los bomberos tuvieron que realizar más de 300 actuaciones de inspección y comprobación del estado de cubiertas y paredes en Nuevo San Andrés, y determinaron el desalojo de 16 familias, que suman 51 personas. Hay que tener en cuenta que aún permanecen desalojadas otras 63 personas cuyas viviendas fueron dañadas por el tornado, por lo que en total son ya 114 vecinos los que están fuera de sus casas.

El tornado causó daños en 59 viviendas. El consorcio de seguro cubre la reparación de 43, y las 16 restantes corren a cuenta de la Junta.