Quintana lamenta los resultados y abre una reflexión sobre su futuro

La caída fue más dura en el cuartel general del BNG en la medida en que había subido el dato de la participación. Cerrados los colegios electorales, los nacionalistas confiaban en que la reducida abstención reforzara sus posibilidades de reeditar el bipartito con el PSOE. Por eso el escrutinio tuvo un efecto demoledor sobre dirigentes y simpatizantes del BNG, que se congregaron en el hotel de Santiago donde su candidato siguió los resultados electorales. Anxo Quintana vivió una de las jornadas más duras de su carrera política, y no lo ocultó.

"Lamento no haber cumplido los objetivos electorales", admitió sin ambages a un grupo de militantes que lo recibieron hacia las 22.20 horas al grito de "Be-ene-ga". Quintana prometió dar continuidad al proyecto que encarna el Bloque, aunque no aclaró su futuro particular. Respecto al primero, aseguró que "los miles de gallegos" que confiaron "en un proyecto propio de Galicia, encarnado por el BNG", animan a sus dirigentes a seguir trabajando. Del propio, dijo: "Es evidente que hay que reflexionar y examinar los errores cometidos, que seguro que los hay, para después tomar decisiones".

"Hay que examinar los errores, que los hubo, y después tomar decisiones"

La primera cita está prevista para hoy mismo, en la reunión convocada por la ejecutiva de la formación nacionalista. Ahí se celebrará el primer foro donde dará explicaciones a los suyos el candidato y portavoz nacional. En su primera comparecencia tras conocer los resultados, a Quintana lo arropaba, entre otros, el líder de UPG Francisco Rodríguez. Antes de que acabe el año el BNG celebrará su asamblea de delegados, donde se deberá resolver el futuro de la formación frentista.

La participación subió, pero después de dos semanas calculadas con el criterio de que bastaba con contener la abstención, ayer en el punto de encuentro de la formación nacionalista se hacía el análisis de que ha sido "la derecha más española" la que se movilizó. Entre los nacionalistas también cunde otra sensación: que en 2005 el PP se equivocó de candidato. Eliminado el factor del voto de rechazo a Manuel Fraga, el PP ha recuperado su espacio tradicional en Galicia de acuerdo con el análisis de las personas que pasaron la noche electoral acompañando a Quintana.

Su cara era fiel reflejo de lo que iba por dentro. Compareció ante la prensa y sus simpatizantes con el mismo aire alicaído que le ha acompañado durante toda una campaña, afrontada en delicadas condiciones "físicas y anímicas", según reconoció en días pasados en un encuentro informal con periodistas. Felicitó al ganador, Alberto Núñez Feijóo, y defendió tanto la gestión del bipartito como la estrategia que ha afrontado durante toda la campaña. "Pero la gente quiere que gobierne el Partido Popular y hay que respetarlo", señaló.

Otro dato que explica la derrota es el avance del PP en las ciudades, según reconocían ayer los colaboradores de Quintana, que ahora lamentan no haber interpretado correctamente el mensaje de las pasadas municipales. El bipartito pierde el gobierno por la pérdida de un escaño del BNG en A Coruña y de otro del PSOE en Pontevedra, las dos provincias más pobladas y urbanas.

En el caso del Bloque, su descalabro se produjo allí donde localizó el foco de "antinacionalismo económico y mediático" que Anxo Quintana viene denunciando desde hace meses.