Zapatero deja al PSE manos libres para pactar alianzas

El buen resultado electoral del PSE, que acaricia ya el Gobierno vasco, alivió la amargura del PSOE por su rotunda derrota electoral en Galicia. Los peores augurios se cumplieron y las urnas confirmaron el desapego del electorado gallego hacia la coalición que les ha gobernado los últimos cuatro años (PSdeG-BNG). Cuando el presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a la sede de su partido, en torno a las nueve de la noche, las previsiones en Galicia eran de derrota en tanto que se apuntaba el ascenso del PSE y la seguridad de que el PNV no podía sumar apoyos para continuar gobernando cuatro años más.

Pero hasta pasadas las diez de la noche la consternación era absoluta ante la evidencia de que los esfuerzos del PSOE federal por levantar la campaña gallega habían sido inútiles. José Blanco, vicesecretario general del PSOE y gallego, fue el dirigente socialista más abrazado de la noche. Zapatero, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega; la responsable de política institucional, Mar Moreno; de Internacional, Elena Valenciano; Pedro Zerolo, Bernarda Jiménez y Antonio Hernando, entre otros, se acercaron a darle ánimos. Todos acudieron a la sede del partido en la calle Ferraz para celebrar juntos el buen resultado del PSE y apoyarse ante la derrota en Galicia.

Blanco: "Decide López"

Pasadas las once de la noche, y después de que Patxi López hubiera comparecido, salió a la palestra José Blanco para hacer oficial en nombre de la dirección socialista lo que ya se sabía: "La dirección del PSOE apoya las decisiones que tome a partir de hoy Patxi López y el PSE; ellos saben mejor que nadie cómo deben interpretar el sentir de los vascos". Por tanto, el PSE no sufrirá la menor interferencia de Madrid para que forme las alianzas que estime convenientes para poder gobernar el País Vasco.

Lo cierto es que aunque en el PSOE a partir de hoy repetirán que los resultados en ambas comunidades autónomas nada tienen que ver con la situación política nacional, es decir, con la grave crisis económica del país, también saben que el PP incorporará la derrota en Galicia a su estrategia de oposición parlamentaria. El PSOE albergaba la esperanza de que los sondeos estuvieran equivocados y que, al final, las urnas volvieran a dar a Emilio Pérez Touriño la oportunidad de gobernar. Pero no ha sido así a pesar de que tanto Blanco como Zapatero se han volcado en la campaña gallega. Hoy Zapatero analizará los resultados en una reunión de la ejecutiva federal.