CiU y ERC critican la españolización de la política vasca y gallega

Los partidos nacionalistas catalanes siguieron ayer muy de cerca la jornada electoral desarrollada en Euskadi y en Galicia. A medida que avanzaba la noche electoral, asistieron con desmayo a la pérdida de hegemonía del nacionalismo en el País Vasco, donde los resultados dan alas a un pacto entre socialistas y populares en la comunidad, y también a la recuperación del poder en Galicia por parte del Partido Popular (PP). Convergència Democràtica Democràtica (CDC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) dedicaron sus primeras palabras a criticar "la españolización" de ambas campañas electorales.

Felip Puig, secretario general adjunto de CDC, disparó contra el PSOE, que "en Galicia se hunde y en Euskadi no consigue sus objetivos, que eran ganar". Ante la posibilidad de que socialistas y populares pacten, Puig deseó que se mantenga el Gobierno del PNV, al contrario de lo ocurrido en Cataluña con el pacto tripartito PSC-ERC-ICV, y donde "la radicalidad democrática no se mantuvo". Para CDC, lo importante es que tanto en Euskadi como en Cataluña la primera fuerza es un partido nacionalista.

Por su parte, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, atribuyó los resultados en el País Vasco a "la ausencia de la izquierda abertzale ilegalizada", ya que, según su parecer, el vacío de opción que hace cuatro años estuvo representada por EHAK "ha adulterado los resultados". El dirigente republicano basó sus opiniones en "el elevado porcentaje que ha habido de voto nulo" (el 8,8% del total), que "ha sido clave y ha beneficiado al bloque español". En cuanto a las elecciones gallegas, Puigcercós opinó que la españolización de la campaña "ha perjudicado al BNG".

Desde el PSC, el secretario de organización José Zaragoza se apresuró a "felicitar" a los socialistas vascos por haber aumentado su peso en votos y subrayó que "ningún pacto político puede hacerse sin el PSE".

Montilla se defiende

Por otra parte, el presidente de la Generalitat, José Montilla, defendió ayer sus viajes oficiales al extranjero y, en particular, el último realizado a Japón, que levantó críticas entre la oposición y que costó 150.000 euros. Montilla dijo ayer que el viaje "valió la pena", ya que atribuyó a sus contactos con la dirección de distintas multinacionales con presencia en Cataluña resultados en materia de empleo, en la calçotada anual del PSC, celebrada en Sant Joan Despí. Sony y Nissan han avanzado ya que mantendrán sus respectivas fábricas abiertas y que habrá para ellas nueva carga de trabajo.