El regreso a la actividad financiera

La vieja cantera de gestores de banca vascos reaparece de tiempo en tiempo. El Banco Guipuzcoano ha decidido elegir a Javier Echenique el próximo día 7 como nuevo presidente en sustitución de José María Aguirre, que deja el cargo por jubilación. Echenique, economista de formación, lleva siete años fuera del negocio financiero, en el que prosperó de la mano del vicepresidente del BBVA, Pedro Luis Uriarte. Ambos dejaron la entidad en diciembre de 2001 a raíz de la remodelación de la cúpula directiva por el asunto de las cuentas secretas en Jersey.

Echenique centró a partir de entonces su actividad en el mundo empresarial, donde aprovechó su experiencia con la cartera industrial del BBVA. Es miembro de los consejos de administración de Repsol, ACS, Abertis, Ence y Consulnor, además de forma parte del consejo asesor de Telefónica y ser representante institucional de ésta en Euskadi.

Apadrinado por Pedro Luis Uriarte, impulsó la cartera industrial de BBVA

Es difícil encontrar un experto que no tenga una opinión favorable de su trabajo. Llegó al BBVA desde la dirección general de seguros Ercos con el objeto de hacerse cargo de la aseguradora de la entidad. Apadrinado por Uriarte, quien alaba su "enorme visión estratégica", impulsó la cartera industrial del banco, que heredó de Javier Gurpide, en los años noventa hasta convertirla en la "joya de la corona" de la entidad; la palanca que permitió el desarrollo de la actividad. Tras la fusión con Argentaria con BBV estuvo en el núcleo duro del banco junto a los dos presidentes (Francisco González y Emilio Ybarra), el propio Uriarte, José Ignacio Goirigolzarri y José Antonio Fernández Rivero. La vieja guardia del BBVA le recuerda como gestor de "proyectos complejos".

Aunque vive en Getxo (Vizcaya), nació en Pamplona y gran parte de su infancia está ligada a Isaba (Navarra), pueblo casi en la frontera donde trabajó su padre. Su mujer, con la que tiene dos hijos, es precisamente de Pierre de San Martin, el primer pueblo desde Isaba en el lado francés.

Echenique, que se desenvuelve a la perfección entre nacionalistas y no nacionalistas por su "don de gentes", además de sus virtudes empresariales, es un deportista total. Corre maratones, juega al golf, al pádel, al squash, a la pala y esquía. El Guipuzcoano ha visto en él a un experto que conoce la banca y la empresa. Uriarte asegura que es un "fichaje fantástico" al que no se le ha subido el éxito a la cabeza.