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ESCENA | La semana por delante

Un grito a ocho manos

Es una curiosa y valiente experiencia escénica llevada a cabo entre cuatro reconocidos dramaturgos de las últimas hornadas: José Ramón Fernández, Jesús Laiz, Yolanda Pallín y Laila Ripoll. A ocho manos han escrito So happy together, que se representa en el Centro de Nuevos Creadores (Sala Mirador) con dirección de José Bornás. Podría decirse que el espectáculo es una consecución de monólogos que hablan, desde la ficción, de hechos reales que hoy viven judíos y palestinos en sus respectivas zonas en conflicto. Pero no es sólo eso. Los personajes surgen de tramas cruzadas entre sí, a la manera de Arthur Snichtzler en La ronda, y ninguno de ellos cuenta nada que no sepamos, que no conozcamos, que no veamos en cualquier informativo.

Lo interesante de este montaje es que trata de no juzgar, de no tomar partido, sólo da voz a personas que trabajan en labores humanitarias, a soldados israelíes, a suicidas, a víctimas de atentados, a repudiados... Y lo más importante: este montaje no es sólo un grito descarnado. Es teatro y del bueno. De lo contrario, sería un error dar cita a unos espectadores para impedir que ciertas cosas caigan en el olvido y que frente a ellos no encontraran arte escénico.

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