Wendy Richard, actriz de la televisión británica

Uno de los rostros más populares de la televisión británica, el de la actriz Wendy Richard, desapareció para siempre en Londres el pasado 26 de febrero a causa de un cáncer de mama. Richard, de 65 años, había intervenido en numerosas series familiares, sobre todo de la cadena BBC, como la conocida Eastenders, que se emitió en los canales autonómicos españoles a partir de 1987.

La actriz nació con el nombre de Wendy Emerton el 20 de julio de 1943 en Middlesbrough (North Yorkshire, Inglaterra), como aparece en su página web oficial wendyrichardmbe.com . Con ocho años vio a su padre muerto junto al horno de gas. Su madre la alejó de la tragedia enviándola a un colegio masónico, del que salió decidida a ser actriz.

Estudió actuación en la escuela Italia Conti, y no tardó mucho en encontrar trabajo, gracias a su cara angelical de ojos azules orlados por su pelo dorado. Sammy Davis Jr. la invitó a su programa Sammy Davis meets the girls siendo casi una niña. En los tempranos años sesenta intervino en una serie policíaca, Dixon of Dock Green, en la que interpretaba a una adolescente en fuga, y grabó la canción pop Come outside, que llegó al número uno pero que sólo le reportó 17 libras.

En el cine pinchó, y las largas giras teatrales no le gustaban, por lo que se dedicó a la televisión. Su primer papel sonado, con apenas 16 años, según citaba el diario The Times, fue el de Shirley Brahms, una joven dependienta de piernas largas y cerrado acento cockney (el de los barrios bajos de Londres), en la serie Are you beeing served?

Esta popular soap opera narraba la convivencia de los empleados de unos almacenes entre ellos, con sus jefes y con los clientes. Su madre, que intentó olvidar con el alcohol el suicidio del marido, murió de cáncer de hígado antes de conocer el triunfo de su hija.

Aún más la encumbró el papel al que dedicó casi 22 años de su vida, desde su primer episodio, emitido en febrero de 1985. Interpretó fielmente a la sufrida madre de una familia de barrio, Pauline Fowler, en Eastenders, hasta el punto de que en 2006 decidió abandonar la serie porque no toleró que los guionistas impusieran un segundo matrimonio, tras perder a su primer e infiel marido. Éste, tras ser encarcelado injustamente, la dejaba con un hijo seropositivo y una hija adolescente embarazada por el malo oficial de la serie. "Que Pauline se vuelva a casar está mal, algunas mujeres nunca vuelven a casarse, mi madre nunca lo hizo tras enviudar", recordaba en The Guardian.

Todo el Reino Unido sufrió con los avatares de este personaje un tanto severo, una mujer siempre vestida con ropa de lo más anodina, que aceptaba las bofetadas de la vida con estoicismo, como cuando moría su madre o perdía a su hermano gemelo en un accidente de coche. La posibilidad de un nuevo matrimonio era una alegría que Wendy Richard pensó que su personaje no se podía permitir.

Ella, en su vida privada, se había casado cuatro veces. La última, poco antes de morir, en octubre de 2008, con John Burns, un hombre 20 años más joven, que permaneció a su lado en su lecho de muerte y con el que había vivido los 12 últimos años.

Sus tres matrimonios anteriores, alguno de los cuales duró apenas meses, la desvalijaron económica y emocionalmente. Su vida, según ella misma, fue casi más dura que la ficción. Además, su fama la hacía presa golosa para la prensa del corazón.

Los británicos eran tan aficionados a Eastenders, que el final de una de las temporadas de la serie obligó, en abril de 2001, a retrasar un cuarto de hora la celebración del partido de semifinales de la copa de la UEFA entre el Barcelona y el Liverpool, que se jugaba en la Ciudad Condal.