La mujer atropellada rechazó denunciar a su ex marido por pena

Como tantas otras veces la víctima no quiso denunciar. Su ex marido, F. P. S. de 67 años, la amenazaba y maltrataba psicológicamente desde hacía años. Pero, tras su divorcio en verano, la situación se agravó. Pese a ello, la mujer, de 55, no quería que quien había sido su pareja durante años pasara esa "vergüenza" y lo "señalaran" en el pueblo.

Pidió ayuda por primera vez el 13 de noviembre. Recibió terapia pero no se decidió a poner la denuncia. El jueves murió atropellada en la A-44, en Granada. Su ex marido, con el que viajaba de Lanjarón a la capital por un motivo médico, fue detenido por la Guardia Civil como presunto autor del homicidio. Según los primeros indicios, el coche que conducía el detenido, un Chevrolet Nubira, atropelló varias veces a la mujer. El detenido pasará hoy a disposición judicial.

"Le dijimos una y otra vez que era maltrato psicológico"

El municipio granadino en el que residían hace más de diez años, Lanjarón, ha decretado dos días de luto y ha suspendido los actos del Día de Andalucía. Ayer los grupos municipales leyeron un manifiesto y se concentraron para mostrar su repulsa por la muerte de Concepción P.

La concejal de Mujer en el Ayuntamiento, Isabel Molina, no podía dar crédito a lo ocurrido: "Le dijimos una y otra vez que era maltrato psicológico y la intentamos convencer para que denunciara, pero a ella le daba pena". Pese al divorcio, no cortó la comunicación con su ex marido y eso que, según explicó la propia mujer en el consistorio, recibía continuas llamadas de él diciéndole que "no era nadie sin ella y que se iba a matar". Concepción nunca creyó que fuera a utilizar la violencia, aunque sí tenía algún "temor", según sus amigas.

El matrimonio, natural de Canarias, se trasladó a Lanjarón cuando él se jubiló. No tenían hijos, pero sí amigos en el pueblo y se habían integrado bien en esa localidad de la Alpujarra que cuenta con unos 3.900 habitantes. El presunto autor de la muerte de Concepción no tenía antecedentes, aunque alguna vez protagonizó "altercados" en el pueblo, incluso con un médico. Tiene un carácter "autoritario" y "dictatorial", dicen algunos de los que han tratado con él.

A ella sólo le dio tiempo a acudir una vez al grupo de terapia en el Instituto Andaluz de la Mujer, fue en diciembre, pero estaba "contenta" por dar ese paso. Allí los técnicos también le instaron a denunciar, pero ella "confiaba en que no iba a pasar nada", lamentó la coordinadora provincial, Carmen Solera.