El acusado de matar a Svetlana dice que no estuvo en el lugar del crimen
Vecinos de la víctima sitúan, en cambio, al agresor en la escena mortal
Ricardo Navarro, acusado de degollar a la joven rusa Svetlana Orlova tres días después de que ésta rechazara su propuesta de matrimonio en un programa de telerrealidad, se declaró ayer inocente en una multitudinaria vista oral, seguida por casi un centenar de periodistas. "Verían a alguien parecido a mí. Yo no estuve en su casa". Así se justificaba Ricardo ante los testimonios que le sitúan en el lugar del crimen minutos antes de registrarse la mortal agresión.
El fiscal reclama para el enjuiciado 16 años de cárcel por maltrato continuado y homicidio. La acusación particular eleva la pena a 23 años, por asesinato. La defensa, por su parte, reclama la libre absolución.
La sección primera de la Audiencia de Alicante inició ayer el juicio contra el ex novio de Svetlana Orlova, la mujer de 30 años y madre de un niño, que murió degollada con un cuchillo de carnicero a presuntamente manos de Ricardo, el 18 de noviembre de 2007. Tras admitir que fue la chica quien decidió poner fin a la relación, el encausado fue categórico. "Nunca la golpeé", aunque seguidamente reconoció que la mujer se tuvo que refugiar "en dos o tres ocasiones por algún arrebato" por problemas derivados de sus ex parejas, precisó. Cuando el fiscal le inquirió sobre si Svetlana conocía los motivos del programa al que fue invitada, dijo: "Ella sabía que era yo quien iría". Esta versión fue desbaratada por una compatriota y amiga de la víctima. Según esta chica, Svetlana le confesó que acudió al talkshow "engañada".
La madre y amigas de la víctima narran el calvario de acoso y maltrato
Compatriotas de Svetlana aseguran que la chica fue a la tele "engañada"
Dos de los vecinos del inmueble, donde Svetlana se había refugiado tras la ruptura, corroboraron que Ricardo estuvo allí minutos antes del suceso. "Llamó al telefonillo preguntando si sabía dónde vivía una chica rusa", relató una residente. "Minutos después tocó al timbre, miré por la mirilla y era él", sentenció. Su testimonio fue corroborado por el presidente de la finca, que sorprendió al acusado escrutando los buzones.
Pero Ricardo fue interpelado sobre el lugar donde se encontraba el día de autos y respondió que se hallaba en casa de sus padres. Su coartada fue ratificada por un amigo y ex empleado del negocio familiar. Este testigo, a propuesta de la defensa, declaró que se encontró con el acusado en la casa de sus padres sobre las siete de la tarde, 15 minutos después de la agresión. Un testimonio que, de verificarse, desvincularía al procesado del crimen. Un magistrado del tribunal puso en tela de juicio la veracidad esa declaración, ya que en su opinión el testigo no dispuso de tiempo material para llegar desde el estadio de fútbol en el que, según su testimonio, asistía a un encuentro de fútbol, hasta la casa de los padres de Ricardo.
La aparente contradicción del testigo afloró cuando el abogado de la acusación le preguntó por qué si estaban juntos ya en el domicilio, telefoneó al móvil de Ricardo al filo de las siete y cuarto de la tarde, según consta en las diligencias policiales. El amigo dijo que llamó porque bajó a comprar tabaco y quería saber la marca de cigarrillos. Su respuesta provocó estupor al abogado de la acusación particular, Rafael Mira. Esa llamada, según el atestado policial, nunca obtuvo respuesta. Pero el testigo se reafirmó: "Sí hubo conversación".
Ayer también declararon agentes de policía judicial y científica, que hallaron muestras de sangre de la víctima en el cristal de la ventana de la terraza de la vivienda de los padres de Ricardo. Mientras, otros testigos corroboraron el delito de malos tratos. La madre y la amiga de la víctima relataron diferentes episodios de acoso y violencia sufridos por Svetlana en su relación con Ricardo. Un matrimonio declaró que presenció una agresión de Ricardo a Svetlana: "Le pegó un cabezazo que le rompió la nariz".
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