La guerra de los sueldos

La caja de los sueldos públicos es como la de Pandora, una vez que se abre, los truenos empiezan a explotar en cadena y nunca se sabe quién se va a achicharrar. Visto el intercambio de insinuaciones e invectivas enardecidas de ayer entre PP y PSOE en el Parlamento, ambos partidos salieron abrasados, si bien los populares -quienes destaparon primero la caja con sus invocaciones permanentes al despilfarro de los altos cargos (de la Junta, claro)- resultaron peor parados al inflamársele en las manos los llamativos casos de Huelva y Málaga.

Cuando en septiembre la crisis económica fue tomando visos de catástrofe, en la primera reunión del curso Manuel Chaves y Javier Arenas acordaron congelar los sueldos de los 640 alcaldes de los dos partidos (489 del PSOE y 150 del PP), junto con los de los concejales, puestos de confianza y directivos de empresas públicas. En julio se había hecho con los cargos de la Junta y los diputados.

Arenas propone un pacto global de los sueldos en la Junta y los municipios

Pero hace una semana se supo que el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez -para cumplir una premisa del consistorio que dice que tiene que cobrar más que cualquier funcionario- recibe 97.182 euros brutos al año.

Lo del Ayuntamiento de Málaga es aún más vistoso: dos altos cargos que doblan en salario al alcalde Francisco de la Torre (PP), quien percibe unos 77.000 euros. Se trata de la gerente del Palacio de Ferias, Yolanda Aguilar, a la que se le pagan 169.000 euros más otros 36.000 euros por productividad; y el gerente de Promalaga, José Estrada, quien eleva la cifra a 175.000 euros. El equipo de gobierno popular ha dicho que tales retribuciones son acordes al "prestigio profesional" de sus empleados. Los contratos de ambos, además, están blindados con indemnizaciones por despido que llegan a los 350.000 euros.

El líder del PP contraatacó ayer con la propuesta de un pacto general para contener los sueldos y fijó el listón más alto en el presidente de la Junta, Manuel Chaves, quien percibe unos 81.000 euros anuales, según figuran en el proyecto de Presupuestos de la Junta.

En una reunión con su grupo parlamentario, Arenas dijo que a muchos ciudadanos les resulta "realmente escandaloso" el sueldo de algunos cargos de la Administración, pero sólo puso en el punto de mira a las empresas públicas de la Junta, y relegó a los municipios a un segundo plano. Sobre los contratos blindados de Málaga, el popular se limitó a repetir varias veces que De La Torre es uno de los mejores alcaldes de España.

Luego, en el pleno de la tarde, los puyazos de los oradores en todos los puntos que se trataron fueron constantes. Hasta tal punto que el propio Pedro Rodríguez, intervino por alusiones, con voz sobrecogida, y dijo que es falso que reciba más que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, o que se haya subido el salario: "La portavoz socialista cobra sólo 600 euros mensuales menos que yo".

En un momento especialmente sensible, en el que la congelación de los sueldos es un tema menor cuando una buena parte de la población lo que teme es que se le congele el trabajo entero, el rifirrafe entre los grupos políticos resultó extemporáneo. Eso es lo que vino a decir el vicepresidente segundo, José Antonio Griñán, quien respondió con inusual dureza al portavoz popular Jorge Ramos, después de que éste desgranara casi de un tirón el argumentario entero del despilfarro de la Junta: número de parados, desgracias de las familias y el supuesto boato de la restauración del Palacio de San Telmo. "¿No les da rubor gastar en publicidad y autobombo el triple que Cataluña? En plena crisis es una obscenidad", sentenció Ramos, a la par que enumeró una lista de responsables de empresas públicas con emolumentos entre los 60.000 y 91.000 euros.

Griñán dijo que el PP "habla con voz de trueno" de aquello en lo que "están pillados". Tras recordar que la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, cobra 108.000 euros y que sus directores generales superan en un 13% el salario de Chaves, señaló: "Vienen aquí a alborotar, no a debatir. No voy consentir que conviertan a los socialistas en el chivo expiatorio de sus propios problemas".