"Sólo habrá cambio en la medida en que el PP pueda condicionar a López"

Llega Antonio Basagoiti a la cita tras haber mostrado en Lazkao (Guipúzcoa) su solidaridad a los socialistas por el ataque etarra a la Casa del Pueblo de dicha localidad.

Pregunta. ETA ha irrumpido en la campaña. ¿Teme que vuelva a actuar? ¿Qué influencia puede tener?

Respuesta. Temo un atentado mortal de ETA, pero no pensando en votos ni escaños, sino en el dolor que produce. Estamos todos con mucho temor y cuidado, deseando que no ocurra ninguna tragedia, pero ETA quiere estar presente en campaña como sabe, que es matando.

P. 1 de marzo. PSE y PP suman 38 o más escaños, con los socialistas por delante. ¿Qué hace?

R. Va a depender mucho del PSE, si opta por una línea a la catalana, si opta por irse con el PNV. Mi fuerza está en cuantos más escaños tenga. No lo voy a ocultar: creo que es bueno un gobierno del PP con el partido socialista, y cuantos más escaños tenga yo, más fácil será ese gobierno de cambio, y cuantos menos, más probable que él vaya con el PNV o haga un gobierno a la catalana. Intentaré hacer fuerza, pero no se tiene la misma con 12 escaños que con 15.

"Quizá López no nos quiere por gusto; se trata de que nos quiera por interés"

"Me molestan los jetas que se llevan el dinero, cuando aquí nos jugamos la vida"

"Si todos los que han votado alguna vez al PP me votan ahora, me salgo de la tabla"

"Estas elecciones son las más difíciles que ha tenido el PP al menos desde 1994"

P. ¿En qué condiciones apoyaría o favorecería la investidura de Patxi López ?

R. Ese escenario tiene que producirse con garantías de que se van a hacer otras políticas. No se trata de si le voy a apoyar o no o de si él me apoyará a mí. Se trata de tener muchos votos para que ese cambio sea posible; primero matemático, y segundo, para que yo pueda condicionarle a un cambio de políticas. Sólo habrá un cambio en la medida en que el PP pueda condicionar. El cambio reside en el PP, porque es el único que puede hacer cambiar al PSE con votos y políticas.

P. Dirigentes nacionales de su partido plantean que debería usted apoyar a López sin condiciones.

R. No puedo apoyar al PSE para que haga lo mismo que Ibarretxe o parecido, o para que pacte con EA, Aralar o EB, y que al final estemos en políticas de mayor acoso a la libertad lingüística o en políticas económicas que son un desastre. Lo que quiero es condicionar, más que regalar.

P. ¿En la decisión que se tome pesará más la dirección del PP vasco o Génova?

R. El PP vasco, sin duda; no por estrategias, sino por principios.

P. La imagen más clara del cambio sería sacar a Ibarretxe de Ajuria Enea. ¿Los votantes del PP entenderán que pudiendo hacerlo no lo facilite?

R. Yo no he dicho que no lo facilitaría. He dicho que lo puedo facilitar si suma, primero, y si obligo a Patxi López a no hacer ninguna cosa rara.

P. López insiste en que no pactará con el PP.

R. López ha dicho todo lo que no va hacer, pero no lo que va a hacer. Quizás a nosotros no nos quiere por gusto, de modo que de lo que se trata es que nos quiera por interés. Si suma, vamos a ver si nos quiere.

P. Solo un 4% de los vascos según el sondeo del CIS, un 8% según el de EL PAÍS, apoya un Gobierno PSE-PP.

R. Solo el 3% de los vascos recuerda haber votado al PP y sólo el 4% reconoce que le gusta el PP, cuando estamos en algunas localidades en torno al 25% del voto. Si no hay PP no hay cambio, y por tanto, a quien le gusta el cambio, aunque no se atreva a decirlo, está diciendo PP.

P. La idea de un Euskadi plural, mezcla de identidades y culturas, puede verse más representada por el PSE que por su partido.

R. Creo que no. La idea del PSE de la Euskadi del punto de encuentro es que la parte no nacionalista vuelva a acercarse a la nacionalista. Nosotros no aspiramos a convertir a nadie. Mi proyecto es más enriquecedor. Creo que nos tenemos que explicar aún mejor, y por eso quiero hacer un proyecto a medio plazo en el País Vasco.

P. Llaman a la movilización de su electorado, a un cierre de filas ¿Tanto temen que sus votantes se queden en casa?

R. Es posible que nuestros votantes no vean que la cosa va con ellos, cuando los medios de comunicación y algunos intereses están haciendo que ésta sea una campaña entre Ibarretxe y López. A muchos votantes no les gustan ni Ibarretxe ni López, y deben darse cuenta de que aquí hemos dado una batalla muy importante, pero tenemos que rematarla. Ahora es el momento de que todos los míos vayan a las urnas. Si todos los que han votado alguna vez al PP me votan en esta ocasión, me salgo de la tabla.

P. Les preocupa UPyD, especialmente en Álava.

R. Aquí la gente se acuerda de que Rosa Díez fue consejera, que se resistió a irse del Gobierno vasco, que estuvo en el origen de todas las leyes de discriminación del castellano. Pero en Madrid hay quien no se acuerda de eso o no lo conoce y le está dando mucha bola. Lo que me preocupa es que el voto que no sume, y no va a sumar, al final le renta a Ibarretxe.

P. ¿Qué han hecho mal para que al final UPyD suponga una amenaza para ustedes más que para los socialistas?

R. Nuestros líos internos, que alguien aprovecha por ahí.

P. Son sus primeras autonómicas como presidente del partido y cabeza de lista. ¿Su liderazgo en el PP vasco está consolidado sea cual sea su resultado el domingo?

R. Después de un congreso con un respaldo amplísimo, después de que el PP vasco tiene claros sus objetivos y se ha despejado la duda sobre el debate interesado de los valores, creo que sí está.

P. ¿Un descenso acusado de escaños reabriría tensiones con los dirigentes que pueden sentirse más próximos a María San Gil?

R. Podría servir para que algunos que no están pensando en el País Vasco, sino en los líos nacionales, lo pudieran utilizar. Pero es mucho más importante que consigamos cambiar a fondo el País Vasco que si a uno le gusta más una sensibilidad u otra. La gente sabe que estas elecciones son las más difíciles que ha tenido el PP, por muchos motivos que no voy a relatar, por lo menos desde 1994. Y, aun así, si nos mantenemos a pesar de todos los palos que han llovido, es porque estamos en nuestro sitio.

P. En la encuesta de EL PAÍS su propio electorado no le aprueba.

R. En las de otros medios, sí. Yo he salido en este partido sin calentar porque se había lesionado nuestra delantero centro. No lo he tenido tan fácil, pero estoy intentando conseguir un proyecto de futuro y de medio plazo. Para ese futuro es mucho mejor que el Gobierno cambie y que nosotros estemos fuertes.

P. Han apreciado en la campaña que el PP suscita menor rechazo en el ciudadano. ¿Se equivocaron de discurso en años anteriores?

R. El PP ha hecho lo que tenía que hacer. Había un Gobierno negociando con ETA, un PSOE que defendía posiciones muy complicadas. Hemos hecho lo que debíamos hacer y ahora debemos hacer otra cosa. El Gobierno no está negociando ahora con ETA y tenemos que llegar a más ciudadanos de otras maneras. No me parecen bien los que critican lo que hicimos anteayer, porque todos fuimos parte de aquéllo y lo aplaudimos.

P. ¿Les pasarán factura en las urnas los escándalos que afectan a su partido?

R. Podría ser, pero, más que por los votos, me molesta por romper la imagen del partido, que ha hecho bandera de la honestidad, más allá de que cuatro jetas se lleven el dinero. Me molesta que haya quien tenga la caradura de usar las siglas mientras otros se juegan la vida en los pueblos del País Vasco.

P. El PP se muestra incapaz de cerrar las querellas internas.

R. Esas cosas siempre pasan cuando uno no gobierna. Más allá del ruido externo, subsistiremos porque hemos recibido tantos palos de fuera que el PP está fuerte y saldrá adelante.