Pañales para robar en los supermercados

El primer paso para que el robo fuera silencioso era arrancar la alarma del supermercado. Tras forzar la cerradura para entrar, la banda del pañal, como era conocida por la policía, volvía a bajar la persiana para no levantar sospechas. Por su sigilo precisamente se ganaron el apodo, porque a la hora de desvalijar las cajas fuertes de mayor tamaño las volcaban sobre paquetes de pañales para amortiguar el ruido. Desde 2007 cometieron 67 robos en supermercados de la región (y otros cinco en Toledo, Guadalajara y Ciudad Real). Siempre en la misma cadena. Hasta que la semana pasada, durante un asalto en un local del distrito de Tetuán, saltaron las alarmas.

La Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana recibió la llamada de alerta y varios agentes sorprendieron a los ladrones en plena acción. Levantaron las persianas del local en cuestión y ahí estaban, tres rumanos de 19, 23 y 27 años desvalijando el supermercado, las manos enfundadas en guantes para no dejar huellas y una caja fuerte volcada sobre varios paquetes de pañales. Tras un breve enfrentamiento con los integrantes de la banda, que, según la policía, plantaron cara a los agentes, fueron finalmente arrestados. Llevaban encima algunas herramientas de mano y 215 euros en efectivo.

El modo de actuar de los ladrones ya era conocido. En 66 ocasiones diversos supermercados de Madrid habían recibido su visita. Entre el dinero obtenido de las cajas registradoras y las cajas fuertes y los productos robados de los estantes de las tiendas, los delincuentes se habían hecho con un botín valorado en 600.000 euros durante sus años de actuaciones.

Los tres ladrones, que tenían un largo historial delictivo, han sido puestos a disposición judicial como presuntos autores de múltiples robos con fuerza. Sus antecedentes son amplios: hurtos, más robos, infracciones de la ley de extranjería, resistencia y desobediencia a la autoridad.

Otro delincuente, Juan Miguel E. A., español de 35 años, acusado de 15 robos a taxistas en los distritos de Vallecas y Usera, fue también arrestado la semana pasada en el lugar donde solía escoger a sus víctimas, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. Eran taxistas de edad avanzada y cuyos coches no tenían mampara de seguridad, a los que detenía en la avenida de Andalucía. Durante el trayecto les amenazaba con un objeto punzante y les quitaba el dinero. En el momento del asalto, llevaba un trozo de alambre en el bolsillo. El arrestado, que ya ha pasado a disposición judicial, tenía antecedentes por varios delitos, entre ellos malos tratos en el ámbito familiar.