Huntelaar convence a Juande

Juande Ramos ha cambiado de idea. Ahora le empieza a gustar Huntelaar. Barrunta el técnico que en el próximo partido de Liga tal vez tenga que dejar en el banquillo a un delantero que hasta ahora ha sido titular habitual. Tal vez Higuaín. Tal vez Robben. Tal vez Raúl con el pretexto de darle un descanso.

Desde que el Madrid visitó El Molinón, el entrenador manchego ha empezado a sospechar que la notable mejoría en el juego de su equipo se debe a la presencia de Huntelaar. Después de todo, el holandés es un nueve. Y hay una ley del fútbol que dice que jugar con nueve es imprescindible. Hasta hace poco, el Madrid ha sobrevivido sin una referencia clara en el ataque. Tras la lesión de Van Nistelrooy, el equipo compuso sus ataques a base de mediapuntas (Guti y Sneijder), segundas puntas (Van der Vaart, Higuaín y Raúl) y extremos (Robben). Los resultados no fueron del todo satisfactorios. El Madrid ganó partidos, pero, hasta que apareció Huntelaar, con problemas para llegar con peligro. Hasta la visita a El Molinón, el Madrid sufrió para marcar goles. Desde entonces, ha metido diez goles en dos partidos.

Cuando fichó por el Madrid, hace dos meses, Juande examinó al pelirrojo largo y de aspecto quebradizo y meneó la cabeza. Ahí estaba Huntelaar, de 25 años, recién llegado del Ajax, entrenándose con sus nuevos compañeros por primera vez tras varias semanas de baja por lesión. "No es el jugador que el equipo necesita en este momento", dijo el técnico.

Huntelaar no le convencía. Le veía demasiado lento. Tal vez incluso demasiado torpe. Así es como el pobre holandés se quedó sin su ficha para jugar la Champions. Ahora podría ser fundamental para luchar por la Liga.