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Una 'crida' de luces abre las Fallas

Miles de personas asisten al espectáculo de saltimbanquis y pólvora en Valencia

Blusones, estandartes, pancartas, muchas ganas y nada de lluvia como había sucedido en años anteriores. Ése fue el ambiente ayer frente a las torres de Serrano, donde miles de personas de todos los barrios de Valencia se congregaron para dar el pistoletazo de salida a las Fallas del 2009 con el tradicional acto de la crida.

El último domingo de febrero, como marca la tradición, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberà, entregó las llaves de la ciudad a la fallera mayor Marta Agustín, una estudiante de Diseño Industrial de 20 años de la comisión de la avenida del Oeste.

La jornada de crida ya se hizo notar de buena mañana, cuando apenas faltan ya dos semanas para que se planten los monumentos en las calles. A las siete de la mañana se realizó una despertà por las calles de la Paz y de San Vicente donde participaron cerca de 1.700 falleros y, puntual, a las dos de la tarde, llegó la primera mascletà en la plaza del Ayuntamiento. Los cohetes y el calor hicieron que nueve personas tuvieran que ser atendidas por quemaduras o lipotimias por el personal de la Cruz Roja.

Pero el momento más emotivo del inicio de las fiestas falleras se produjo en el acto de la crida, en las torres de Serranos de Valencia. Allí, en el espectáculo inicial, ocho saltimbanquis de la compañía de teatro aéreo Puja! se subieron a una bola de dos metros de diámetro que colgaba de una grúa y se quedaron suspendidos en el aire a más de 20 metros de altura. El espectáculo, titulado K@osmos y calificado por su director Luciano Trevignani como "una metáfora de la locura y de la creación", se ganó los aplausos de los allí presentes. Luego, la fallera mayor, Marta Agustín, con la voz entrecortada, animó a todos los asistentes a empezar la fiesta.

Las falleras lloraron, la alcaldesa Rita Barberá botó, y los fuegos artificiales del viejo cauce del Turia dieron por abiertas las Fallas de 2009.

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