"Juliá ha puesto la Politécnica a plazo fijo, no tiene liderazgo"
Elías de los Reyes (Albatera, 1950) ya puede ver el final de la carrera de fondo. Un maratón hacia el rectorado de la Universidad Politécnica de Valencia cuya línea de partida puede situarse a mitad del verano de 2008 y que acabará con las elecciones del 5 de marzo. Los movimientos internos para ser candidato, sobre todo cuando se trata de un relevo, forman parte del abc de la política universitaria. Postularse a largo plazo resulta, en cambio, original. De los Reyes pretende destronar a un rector (Juan Juliá) que quiere ser reelegido y la estadística juega en su contra; nunca ha sucedido en una universidad valenciana.
Pregunta. ¿Qué le falta a la Politécnica?
Respuesta. Le falta algo que tenía hace tiempo. Ilusión. La Universidad Politécnica está dormida, ha pasado cuatro años en letargo. Está viviendo de las rentas del pasado. Somos una gran universidad y creo que tiene que despertarse ya.
"Un rector no debería presumir de no haber salido a ver mundo"
P. Y usted reanimarla...
R. Yo le puedo aportar modelo. Le puedo aportar propuestas. Sobre todo esa ilusión que le falta. Redescubrirla a través de un programa de gobierno que movilice todos los recursos humanos que tiene.
P. Su rival, el actual rector Juan Juliá, ha subrayado que entre ambos hay una diferencia generacional. ¿Le puede perjudicar la edad?
R. No, no lo creo. Y no sé qué concepto ha utilizado el candidato Juliá para hablar de generación, porque si no recuerdo mal él tiene 54 años, yo acabo de cumplir 59 y cinco años de diferencia no es una generación. Creo que estoy en una edad estupenda, y tengo muchísima fuerza para afrontar este reto como rector. De hecho, yo diría que, desde el punto de vista de perfil universitario, me muevo en el campo de las nuevas tecnologías. He sido director de la Escuela de Telecomunicación, y el candidato Juliá se mueve en el campo de la Administración de Empresas. Pienso que las nuevas tecnologías están mucho más dinamizadas que otros perfiles y desde luego me siento muy próximo a mis estudiantes. Ni siquiera con ellos tengo ese gap generacional.
P. El rector también ha dado a entender que, mientras que él estudió y ha pasado por todos los estadios de la Politécnica, usted, en cambio, vino de fuera. Que no es un pata negra.
R. Yo soy un ciudadano del mundo. Me he formado en la Universidad Politécnica de Madrid, he estado en el extranjero para hacer el doctorado, soy presidente de una comunidad científica internacional, editor de revistas científicas de ámbito internacional... Y desde luego, para ser rector de una universidad, de lo menos de lo que presumiría es de haber nacido, vivido y estado siempre aquí, y de no haberme dado una vuelta por el mundo.
P. Un correo electrónico que circulaba hace poco por la universidad lo describía como una persona muy de derechas. ¿Tiene algo que decir o cree que no viene al caso?
R. Lo que tengo que decir es que yo no tengo adscripción política, en ningún partido político. Tengo buenos amigos en todos los partidos del arco parlamentario, y como profesional, los he asesorado a todos.
R. ¿Por qué se lanzó tan pronto a la carrera electoral? Juliá le ha acusado de que, con su campaña, rompió las costumbres de la casa.
P. No sé a lo que se refiere el candidato Juliá, porque romper no he roto absolutamente nada. Lo que hice fue ejercer mi derecho como universitario a expresar lo que pienso y a decirlo libremente sin temor a ninguna represalia. Empecé a decir que pensaba presentarme cuando entendí que el rector no ejercía sus funciones adecuadamente.
P. ¿Qué cree que es lo mejor que ha hecho Juan Juliá en estos cuatro años?
R. Yo creo que lo que ha hecho es poner la universidad a plazo fijo. La universidad es un gran capital, es una gran universidad. Y lo que ha hecho ha sido obtener las rentas de lo que ya estaba sembrado.
P. ¿Y el mayor error de Juliá?
R. El problema es no saber utilizar la gran herramienta que es la universidad para movilizar el tejido valenciano. Los recursos humanos de la Universidad Politécnica son de una gran calidad, de una potencia extraordinaria y están infrautilizados, yo pretendo sacar lo mejor de ellos para que otra vez vuelvan a ser una locomotora de la Comunidad Valenciana.
P. ¿Qué opina de la larga etapa de Justo Nieto al frente de la universidad?
R. Pues Justo Nieto fue un gran rector para la Universidad Politécnica. Como antes de ser rectores los rectores son personas, como persona Justo Nieto tuvo sus aciertos y sus errores, pero a nadie dejaba indiferente. Tenía la cualidad de animar, de impulsar las mejores iniciativas. Muchos de los frutos que estamos recogiendo ahora son siembras que se hicieron en la época en que fue rector.
P. ¿Se puede ganar a un rector en ejercicio? Porque la experiencia indica que es bastante excepcional.
R. Si no pensara eso no me hubiera presentado. Pienso que con las ideas y con la coherencia se llega a todos sitios, y ahora disponemos de tecnología de la información y las telecomunicaciones que permiten que lleguen a todas partes. Esas son mis armas.
P. Pero el rector parte con ventaja
R. Sí, pero un rector en ejercicio cuenta con ventajas e inconvenientes. Las ventajas son obvias. Tiene mucha más visibilidad ante los medios, tiene un aparato de personas que ha nombrado directamente, que son sus vicerrectores, y sus jefes de área que andarán por unas 70 u 80 personas. Un aparato que controla y trabaja para él. Pero esa visibilidad también hace que sus carencias sean más ostensibles. Está expuesto a la crítica, a que la gente vea su falta de liderazgo dentro de la Universidad Politécnica.
Una campaña más profesional
Las campañas electorales en las universidades nunca han sido un paseo por el campo. El cuadrilátero es pequeño, todo el mundo se conoce y la tensión está garantizada. La que vive desde hace meses la Politécnica de Valencia ofrece, sin embargo, alguna novedad. Por ejemplo: los dos candidatos cuentan con algo parecido a gabinetes de prensa particulares. El que asesora a De los Reyes, que no tiene a mano la estructura inherente a un rector, empezó su actividad mucho antes que el de Juliá.
¿Otro rasgo de profesionalidad? La contraprogramación. Si no estuvieran en campaña electoral, la coincidencia de ayer (De los Reyes presentaba a su equipo y Juliá recibía al vicepresidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas y al rector de Castellón, Francisco Toledo) podría haber pasado por una casualidad.
Más novedades: el debate se va tiñendo de referencias personales, y todo hace prever que irán en aumento a medida que se acerque la votación.
Y una más. Hace un mes, desde el bando (no hablamos de candidaturas) de De los Reyes alguien subió a la Red un vídeo que versioneaba el clip Don't vote, la campaña con la que actores estadounidenses llamaron a participar en las elecciones que llevaron a Obama en la Casa Blanca. Los subtítulos habían sido reescritos para poner a caldo la gestión de Juliá. En respuesta, supuestos estudiantes distribuyeron hace un par de semanas por el campus de Vera una publicación en la que De los Reyes salía bastante mal parado.
La campaña empieza oficialmente hoy. A falta de la cartelería, los productos de mercadotecnia, los folletos y demás, los dos llevan algo gastado. ¿Quién lo paga? La universidad da a cada aspirante unos 15.000 euros sólo después de haber sido proclamados candidatos. Hasta entonces, los proveedores fían los servicios, y si hace falta las candidaturas adelantan "algún dinero personal".
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