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Crónica:23ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Osasuna iguala a un Deportivo bajo de tensión

Tantas veces maltratado por los árbitros, Osasuna encontró ayer el favor de Megía Dávila, que se quedó en blanco ante un colosal penalti de Miguel Flaño a Valerón. La acción, al filo del descanso, marcó un partido que el Deportivo inició sin tensión.

El relajo local dio vidilla a Osasuna, pero su alarde apenas duró veinte minutos. Suficientes para que Plasil sembrara varias veces el pánico entre la zaga deportivista. Durante ese tiempo le faltó codicia a Osasuna, que, además, anda más sobrado de urgencias que de talento. Tuvo su oportunidad, pero el transcurrir del partido desnudó sus carencias. Al Deportivo le bastó que se asociaran Verdú y Valerón para entrar en juego. Fue ahí cuando el equipo de Lotina vio la luz, con la pared y el toque como vía de desborde.

DEPORTIVO 0 - OSASUNA 0

Deportivo: Aranzubia; Laure, Lopo, Zé Castro, Filipe; Verdú, Juan Rodríguez, De Guzmán; Lafita, Valerón; y Lassad (Mista, m. 73). No utilizados: Munúa; Adrián, Colotto, Sergio, Pablo Álvarez y Omar Bravo.

Osasuna: Roberto; Azpilicueta, M. Flaño, Cruchaga, Monreal; Puñal, Nekounam; Juanfran, Hidalgo (Vadocz, m. 90), Plasil (Delporte, m. 62); y Dady (Massoud, m. 71). No utilizados: Ricardo; J. Flaño, Echaide y Portillo.

Árbitro: Megía Dávila. Amonestó a De Guzmán, Zé Castro, Nekounam y Monreal.

Unos 17.000 espectadores en Riazor.

Por delante de la dupla más talentosa que pisó ayer Riazor evolucionó un desconocido delantero marsellés de origen tunecino, Lassad. Hace un año llegó para pasar una prueba con el filial y el viernes firmó contrato como profesional del primer equipo. Tuvo minutos contra el Villarreal y en Mallorca provocó el penalti que valió un punto. Ayer, antes del descanso, remató al palo un centro de Filipe y dejó señales propias de futbolistas con clase.

Con Riki y Bodipo lesionados y Omar Bravo y Mista, fichados en el verano, sentados en el banquillo, el Deportivo se creyó armado para ir a por los tres puntos de la mano de Lassad y Valerón. Osasuna se remangó y empezó a dar por bueno el empate, anclado a la eficacia de Nekounam. El partido se atascó porque Osasuna quiso dormirlo y lo consiguió.

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