Sifre advierte del hostigamiento a los sindicatos en su despedida de CC OO-PV

Joan Sifre advirtió ayer, en su último gran discurso al frente de Comisiones Obreras del País Valenciano, contra las consignas incluidas en ciertas recetas anti-crisis que apuestan por "eliminar a los sindicalistas", "rebajar sus garantías y derechos", o "dificultar su defensa de los trabajadores".

El secretario general saliente, que presentaba el informe de gestión ante el 9º congreso de CC OO, relacionó el hostigamiento con las voces que reclaman flexibilizar el mercado de trabajo: "La crisis no deben pagarla los trabajadores con más sacrificios, con más temporalidad, con más contratos basura, con más poder de los empresarios para despedir con un mero trámite administrativo". Reivindicó la utilidad de los sindicatos en los buenos y en los malos tiempos. Lamentó que "ilustres empresarios" prediquen "socialdemocracia para los ricos y capitalismo para los pobres". Vinculó la profundidad de la crisis con el modelo económico construido durante la etapa de crecimiento ("los efectos cualitativos de esa etapa no han podido ser peores"). Y anunció, en dirección a la Generalitat, que las "actitudes frontalmente contrarias" a los pactos sociales (como el Pavace) serán respondidas con "contundencia y tenacidad".

Las horas bajas que atraviesan las relaciones entre el Gobierno valenciano y los sindicatos quedaron de manifiesto en el parte de bajas: el Consell limitó su representación al secretario autonómico de Empleo, Luis Lobón; el PP también envió una delegación de segunda fila.

Sí se vio en el Palacio de Congresos al delegado del Gobierno, Ricardo Peralta (quien alabó la responsabilidad de los sindicatos y dijo entender que exijan al Consell el cumplimiento de lo firmado); al secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte; al presidente de la patronal, Rafael Ferrando, y al secretario general de UGT-PV, Rafael Recuenco, entre otros representantes políticos, empresariales y ciudadanos valencianos.

Recuenco, que precedió a Sifre en la tribuna, afirmó no haber sentido nunca "tanta vergüenza" como en la reunión convocada por el consejero de Economía y Hacienda, Gerardo Camps, el 30 de enero (un día antes de la manifestación en defensa del empleo). Y exigió al presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, "que largue" al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien ha abogado por abaratar el despido.