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Nuevo escándalo en el partido de Rajoy

El tribunal de cuentas valenciano denunció en tres ocasiones a las empresas de Correa

La empresa Orange Market, SL, fue constituida en julio de 2003 con un capital de 3.000 euros como filial valenciana de Special Events, cuyo máximo responsable, Pablo Crespo, encomendó a su amigo Álvaro Pérez Alonso la tarea de poner en marcha y hacer crecer la nueva empresa. Y desde entonces, Pérez, conocido como El Bigotes, se ha dedicado a ello. Y no le ha ido mal, a tenor de los datos disponibles. En 2004, Pérez dejó Madrid, donde había colaborado con el entonces presidente de Telefónica, Juan Villalonga, y se trasladó a Valencia, donde Special Events le había allanado el camino, pues había metido cabeza en el PP valenciano. En 1999 trabajó en la campaña electoral que permitió a Eduardo Zaplana repetir como presidente de la Generalitat. Y lo hizo de nuevo en 2003, ya con Francisco Camps como candidato. En la de 2007 ya fue Orange Market la que se hizo cargo del asunto. En los tres casos, la Sindicatura de Comptes, órgano fiscalizador de la Generalitat, denunció que las empresas aparecían como perceptoras de un total de 375.000 euros por servicios que no declaraban.

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Y a partir de 2004, Orange Market empezó a hacerse omnipresente en la Comunidad Valenciana, organizando actos de Camps en su condición de presidente regional del PP, así como jornadas parlamentarias, cenas de inicio de curso político y mítines. Además, recibió el encargo de acondicionar la sala de prensa de la nueva sede del partido en la capital Valenciana. El PP no ha dado a conocer el importe de las facturas pagadas a Orange por esos conceptos.

La buena relación con el PP le abrió a Orange las puertas de la Generalitat. Ya en 2004 obtuvo el encargo para una campaña de publicidad de la empresa pública Valenciana de Aprovechamiento Energético de Residuos, SA (Vaersa), por 130.000 euros, que no llegó a cobrar en su totalidad porque no la ejecutó al completo. También ha trabajado para la Consejería de Territorio.

El contrato más voluminoso es el referido al pabellón de la Comunidad Valenciana en Fitur, cuyo montaje se ha adjudicado ininterrumpidamente en los últimos cinco años por importes siempre en torno al millón de euros. También colabora con Feria Valencia y algunas fuentes aseguran que participó en la visita del Papa en julio de 2006. El arzobispado lo niega, pero lo cierto es que ni la Iglesia ni la Generalitat han dado a conocer lo que se gastaron entonces para traer a Benedicto XVI a Valencia.

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