"Si hay mercado, habrá que competir"
La distribuidora Emedous se mantiene compartiendo espectáculos
"Cada vez se produce más y se consume menos... Es posible que la crisis corrija este desfase". Lo dice Xocas López, de la distribuidora santiaguesa Emedous, hablando de la inercia escénica estatal. Sólo en el primer semestre de 2008, la red madrileña de teatros ofertaba 1.200 espectáculos. En los 50 locales de la Rede Galega de Teatros e Auditorios se montaron 179 en todo el año.
Cuando se creó la empresa, en 2001, Emedous -emoción & arte- era la única distribuidora en un sector donde la promoción se guía por los contactos personales. Su directora, la actriz Mercedes Castro, empezó haciendo trabajos de imagen corporativa y vendiendo el caché real de Mofa&Befa, Bucanero, A Factoría Teatro y Trompicallo, su primera compañía. "Entonces lanzabas a una compañía desconocida sin acceso a ferias", resume Castro, Amelia en la serie Padre Casares. Hace tres años, siempre con capital privado, decidieron dotarse de líneas de producción (López) y comunicación (Martiño Suárez). Entre 2005 y 2008 pasaron de 80.000 a casi 300.000 euros de facturación. Hoy tienen presencia en los principales foros y ferias del mercado estatal.
Para "sobrevivir", eso sí, comparten espectáculos con la vasca JP Producciones y la manchega A priori. Siguen representando a Artello, Trompicallo y Producións Teatrais Excéntricas, pero promocionan a mayores los montajes del portugués João García Miguel y la catalana Mar Gómez. No reciben subvenciones como distribuidora, aunque la mayor parte de los contratos son, "evidentemente", con la Administración. El nuevo mapa de ayudas a la industria cultural ya computa asistencia a ferias y mercados, con un máximo de 25.000 euros anuales, 4.000 por evento. Pero el dinero se sujeta a la colocación de stand, "algo un poco incongruente", lamenta López, "porque muchos festivales han dejado de admitirlos".
"Hay que meter en la cabeza que esto es un mercado sobresaturado, y si hay mercado habrá que competir", insiste. Mientras el holding catalán Focus compra teatros, Galicia asiste al primer debate institucional sobre creación e industria. No sin polémica. "Hubo muchos cambios y todavía se están asimilando", conviene Mercedes Castro, que elogia las oportunidades a la nueva creación. No considera que los nuevos requisitos para optar a subvención sean un problema en sí mismo. "A veces las justificaciones de gastos son excesivas, pero hablamos de dinero público".
En total, 66 millones entre 2008 y 2011. Lo que cuesta un Plan Galego de Artes Escénicas que paga, según el director de Agadic, Miguel Martín, "la deuda de la sociedad con el teatro".
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