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La precampaña del 1-M | Examen a la legislatura

La alargada sombra del Gaiás

La Cidade da Cultura planeó sobre una gestión que dice abrirse a los implicados

El campo cultural destacó, en los últimos años de Manuel Fraga, por su oposición frontal a los gobiernos de la derecha. Ese activismo -Fraga no dudó en calificar de "morralla" a los intelectuales promotores del vídeo Hai que botalos- y la tradicional cercanía entre la cultura y el nacionalismo provocó que las expectativas depositadas en el bipartito, y en la gestión de Cultura e Deporte, resultasen más elevadas de lo habitual. Pero cuando Ánxela Bugallo (BNG) llegó a San Caetano, el Gaiás estaba allí.

A pesar de que la conselleira insiste en que la Cidade da Cultura no ha supuesto hipoteca alguna sobre sus políticas, la fulgurante ascensión y caída de Bugallo dentro de su organización sí estuvo relacionada con el macrocomplejo ideado por el ex conselleiro Jesús Pérez Varela (PP) para satisfacer a su jefe. Finalmente, la entrada de capital privado, que no ha gustado en determinados sectores del BNG, parece haber encauzado el asunto.

Pero Ánxela Bugallo presume, sobre todo, de abrir caminos. "Nuestro trabajo fue realizado por personas que creen en la cultura gallega, no sólo en su pasado, sino en su presente y su futuro", dice. El diálogo con los implicados en mesas permanentes, conforman motivo de orgullo para una consellería que se encontró recortada respecto a legislaturas anteriores: ni Turismo, que pasó a Industria, ni Comunicación, que pasó a Presidencia junto a parte de las competencias en audiovisual. Además, el viejo Igaem se transformó en la Axencia Galega de Industrias Culturais.

Para Miguel Anxo Fernández, crítico de cine y colaborador del Consorcio Audiovisual, "la actividad ha crecido". La explosión de cortometrajistas se apoyó en la multiplicación de ayudas de la Axencia Galega do Audiovisual (Cultura), pero lo que Fernández denomina "cine industrial" tropieza. Largometrajes como Rafael, del premiado por León y Olvido Xavier Bermúdez, o Cartas italianas, de Mario Iglesias, ambas acabadas y de cineastas solventes, no se han estrenado en salas comerciales. Sólo las coproducciones parecen responder en lo que el bipartito no se cansa de definir como "sector estratégico".

La aprobación de la Lei do Libro y la llamada "internacionalización" -Feria de La Habana de 2008 mediante- marcaron otras claves de la legislatura. Los editores alaban el intento de "dinamización" al tiempo que lamentan la "improvisación". La gratuidad de los libros de texto, que impulsó Educación, constituyó un punto de fricción. ¿El motivo? Un modelo que Alfonso Sanmartín, presidente de los editores, considera "economicista y no social". Entretanto, los últimos datos de lectura (2008) revelan un aumento de los lectores habituales mayores de 14 años.

El período gubernamental que toca a su fin coincidió con el auge de Internet y la llegada de nuevos modelos de propiedad intelectual. En la industria musical, según el director de la discográfica Falcatruada, Sergio Lago, "el presente es negro, pero el futuro esperanzador". Margarita Ledo, cineasta y académica, resume: "Lo que importó fue la gran diversidad de expresiones que se trajeron al espacio público, la nueva literatura, los nuevos canales por los que todo circula".

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Las propuestas de los partidos

- PP: En el programa distribuido por el PP no figura ningún apartado específico dedicado a políticas culturales.

- PSdeG: Plan para el incremento de la presencia de la literatura gallega en la Red; plan de apoyo a la producción cinematográfica independiente; archivo universal digital del audiovisual.

- BNG: Centro Castelao de investigación sobre la obra del rianxeiro e Instituto Castelao para difusión en el exterior de la cultura; la Cidade da Cultura será vertebrador de la cultura gallega; mayor control de la programación de entidades financieras y fundaciones culturales.

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