Siquier mira al Cabo de Gata
Una muestra reúne 50 años de fotografías del parque
Por vez primera en su dilatada carrera, Carlos Pérez Siquier (Almería, 1930) cuelga su obra en solitario en el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF). El Premio Nacional de Fotografía en 2003 ha elegido el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y bajo el título Al fin y al cabo reúne 50 imágenes de 50 años de trabajo y admiración por un paisaje que, más que físico "es mental", reconoce este artista pionero de la vanguardia fotográfica en España.
La luz, la cal, los blancos de la arquitectura y el azul Siquier, denominado así por el comisario de la muestra, Antonio Lafarque, son los ingredientes de la exposición "más poética" de Pérez Siquier, que podrá visitarse hasta el 22 de marzo en el antiguo liceo de Almería.
Junto a las fotos, 76 poetas aportan sus versos inspirados en Cabo de Gata: literatos consagrados y fallecidos como Valente o Villaespesa; referentes locales como Miguel Naveros, Pilar Quirosa o José Luis López Bretones; y plumas de calado nacional que se han rendido a la naturaleza del parque como Luis Antonio de Villena, Joan Margarit o Benjamín Prado. Fotografías y poemas de Cabo de Gata redescubren al visitante "un camino de imágenes y palabras sobre un extraordinario paisaje", afirmó ayer la consejera de Cultura, Rosa Torres.
Al fin y al cabo recoge el trabajo figurativo, abstracto y el realismo mágico por los que ha pasado Pérez Siquier, siempre con sus colores puros y mediterráneos que le identifican. "He tratado de resumir en símbolos las provocaciones visuales y hacerlas intemporales. Que pervivan. Huyo de cualquier tópico y no me dejo llevar por la excepcionalidad del paisaje. Si lo hiciera, me convertiría en un documentalista y serían fotos convencionales. La labor del artista es darle una impronta y crear", reconoce Pérez Siquier.
Las 50 fotografías se presentan en gran formato y plasman todos los rincones del parque natural: arquitecturas ruinosas, primeros planos que alcanzan texturas pictóricas, formaciones geológicas, la luz y un cielo y un mar tan azules como sólo Pérez Siquier sabe plasmar. "Es un azul muy característico. Lo he buscado y algunos poetas han escrito sobre ese azul. No utilizo para nada la cámara digital y aunque sigo el procedimiento antiguo cuando lo paso a papel los laboratorios digitalizan la diapositiva y muchas veces los colores cambian", confiesa el artista.
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