Ante la crisis, navaja suiza
Un libro tan fácil de leer y de usar como la herramienta multiusos explica cómo rentabilizar al máximo el diseño
En los últimos tiempos, se escucha en los mentideros del diseño que la cacareada crisis quizá le propine el impulso decisivo que este país necesita para que termine de integrarse definitivamente en nuestro tejido empresarial. Aunque sólo sea por probar a ver si la cosa mejora. Quien no se consuela es porque no quiere. Por si las moscas, la economista y experta en diseño Xènia Viladàs ha escrito el manual idóneo para todo empresario en crisis o sin crisis que esté dispuesto a lanzarse a lo que es algo ya más que constatado: que el diseño es una herramienta indispensable si se quiere entrar, o permanecer, en el mercado. Viladàs incluso va más allá al considerar que "el diseño forma parte ya de ese umbral de competencia mínimo por debajo del cual uno no puede ni pensar en lanzarse al mercado".
En el Londres de los años setenta, un grupo de profesionales del mundo del diseño y de la gestión llegaba a la conclusión de que para rentabilizar el diseño y convertirlo en un conjunto de riesgos controlables, ha de utilizarse en el medio empresarial como si se tratara de cualquier otro recurso productivo. Nacía así una nueva disciplina: el Design Management, o lo que es lo mismo, la gestión del diseño.
Viladàs, que tiene un MBA en Design Management por la Universidad de Westminster de Londres, predica las bondades de lo que constituye su trabajo diario en su libro Diseño rentable (Index Book), compartiendo sus conocimientos sobre cómo iniciarse en la incorporación y gestión del diseño independientemente de las dimensiones de la empresa que se tenga entre manos. Consejos, referencias, terminología, esquemas explicativos desplegables... todo en un lenguaje comprensible para cualquiera. Como dice la autora, Diseño rentable no es "un tratado sobre gestión del diseño sino una navaja suiza para llevar en el bolsillo y utilizar cotidianamente". Tanto es así, que hasta el diseño del libro realizado por el estudio murciano DFraile recrea una navaja.
Entre otras cuestiones, Viladàs destripa cómo establecer una política de diseño en la empresa. Explica qué lugar ha de ocupar la dirección del diseño dentro de la organización y cómo ha de relacionarse con el resto de áreas de una manera efectiva. Orienta sobre cómo han de ser la estructura y dimensiones de un departamento de diseño, dejando claro que el diseñador no es el gestor. Explica qué es un brief, cómo se hace y para qué sirve. Y hasta cómo buscar un diseñador. Y todo esto lo cuenta una persona que ha dirigido el BCD (Barcelona Centre de Disseny) y la Sociedad Estatal para el Desarrollo del Diseño y la Innovación (DDI) antes de trabajar por libre como consultora.
En Diseño rentable, Viladàs regala perlas como ésta: "El diseño es lo que confiere personalidad al producto; interviene desde su concepción hasta su comercialización, creando un continuum de sentido basado en los valores que representan a la empresa y la hacen única". O: "El diseño no puede prosperar en la empresa de forma aislada. Es necesario que se ponga en relación estrecha con las demás áreas funcionales, y por lo tanto es importante que el diseño se venda internamente". Preguntada sobre alguna empresa española que realice una ejemplarizante gestión del diseño destaca Lékué, una firma de productos y accesorios para la cocina hechos en silicona platino 100%. "Disponían de una excelente tecnología pero nada más. El diseño les permitió explicar el producto a través del envase e innovar para posicionarse en la vanguardia del sector". Productos con wow factor, que dice Viladàs, es decir, que te hacen lanzar una exclamación admirativa que resume nuestro aprecio por una solución estética y conceptual al mismo tiempo. Diseños más que rentables.
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