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Reportaje:

"Si su físico aguanta, no hay nadie que le pare"

Varios tenistas analizan los límites de Nadal después de haber roto todas las barreras

Rafa Nadal es desde ayer el hombre que mejor conoce al monstruo de Roger Federer. Es el precio de su victoria en el Abierto de Australia. El peso de haber ganado su sexto título grande, el primero que logra en pista dura el tenis español masculino. Hace justamente un año, Federer perdió en las semifinales contra Novak Djokovic y dio cuerpo a una metáfora. "He creado un monstruo. La gente espera que gane siempre", dijo. El domingo, el monstruo cambió de nombre. Nadal ha ganado grandes sobre hierba, arcilla y pista dura. En las tres superficies ha derrotado al suizo, que cada vez que se enfrenta al mallorquín sufre un ataque de nervios, tiembla y a veces, como en Wimbledon y Melbourne, llora. La púrpura pesa. La púrpura exige. La púrpura y los éxitos han separado ya al número uno de Djokovic, Murray y los demás. Nadal ha ganado el primer grande del año, con todo lo que eso exige: que intente ganar el Grand Slam, los cuatro grandes, en una misma temporada, piden varios ex tenistas. Sin embargo, él no lo tiene claro: "Estaría bastante loco si pensara en eso".

"Pues yo es en lo primero que he pensado", se ríe Juan Gisbert, finalista en Australia en 1969; "Rafa tiene asegurado Roland Garros y, en el año del homenaje a Rod Laver, sería increíble lograr los cuatro títulos. Laver era el mejor en todas las superficies... hasta el momento. Ahora, si Rafa, paso a paso, logra el Grand Slam...", sueña en alto el ex tenista. El momento, dice Gisbert, es propicio. En 2009 se celebran los 40 años de la segunda vez que el mítico Laver conquistó el Grand Slam. Un dato pone el objetivo en perspectiva. Además del australiano, sólo otro hombre ha conquistado el Santo Grial del tenis: John Donald Don Budge en el lejanísimo 1938.

Para Carlos Moyà, ex número uno, el objetivo es imposible. "Es algo irreal y muy lejano", dice. "Federer, que parecía el más indicado para lograrlo, se ha quedado sin conseguirlo porque no ha ganado Roland Garros... ¡Se ha quedado a un partido!", continúa. "Para ganar los cuatro grandes seguidos tienes que ganar siempre a Murray, a Djokovic y a Federer. En un torneo eso es factible. En los cuatro seguidos...", recela.

Moyà, sin embargo, abre otra posibilidad. Recoger la herencia de Andre Agassi, que completó a lo largo de su carrera el Golden Slam, los cuatro torneos del Grand Slam y el oro olímpico. "Eso sí es más cercano", dice Moyà; "ganar los cuatro grandes a través de los años, conseguir lo que tan sólo ha logrado Agassi. Eso podría ser un reto más planteable y, además, supondría un plus para que Rafa pudiera compararse con Federer, que lleva 13 grandes y tendrá que esperar cuatro años para intentar colgarse el oro olímpico".

A Andrés Gimeno, que celebró la victoria con Toni Nadal, el triunfo le ha emocionado. "Esto es muy importante", dice tras sus hondísimas gafas. "A Nadal le va a dar aún más confianza. Sabiendo que tiene que jugar muy mal para que le ganen en Roland Garros y siendo campeón de Wimbledon, tiene un tiro directo al Grand Slam. París ya lo tendría, Wimbledon ya lo ganó. Tendría que esforzarse mucho en Estados Unidos", agrega; "¿adónde llegará su físico? Eso es lo que me preocupa. Es el problema de Nadal. Si su físico aguanta, no hay nadie que lo pare".

Su físico. Nadal acabó 2008 extenuado y ha sufrido algunas lesiones que, según Conchita Martínez, son preocupantes para sus 22 años. "Lo bueno es que está rodeado de un gran equipo", matiza la campeona de Wimbledon en 1994; "Rafa tiene otra ventaja. Quiere aprender y sabe escuchar". Y apunta aspectos del juego en los que tiene margen de mejora. "Si pudiera mejorar el ataque, los puntos serían más cortos y sus partidos también", analiza; "se desgastaría menos". Claro que cambiar "no es fácil porque es muy seguro desde el fondo".

Nadal ya ha ganado seis grandes. Le queda el Abierto de Estados Unidos y una misión sólo al alcance de los elegidos.

Rafa Nadal levanta el trofeo del Abierto de Australia ayer en Melbourne.
Rafa Nadal levanta el trofeo del Abierto de Australia ayer en Melbourne.EFE

Ningún brindis con vaso de plástico

Cuando la locutora japonesa de la televisión Wow, wow logra explicar en inglés que Rafa Nadal tiene que decir "don't miss it! (¡no te lo pierdas!)" mirando a su cámara, ya han pasado más de tres horas y media desde que terminó la final del Abierto de Australia y han dado casi las cuatro de la madrugada. El campeón está fatigado. Firma autógrafos a unos niños noctámbulos. Se ríe a mandíbula batiente. Y franquea el paso al vestuario, hasta el que le acompañan Carlos Costa, su agente; Rafael Maymo, su fisioterapeuta, y el resto de su equipo. Nadal deja entonces a un lado el peluche de un koala que le han regalado, abre dos botellas de champaña de la buena, preparadas en dos cubiteras, y brinda con los suyos. Está también su padre, y Toni Nadal, su tío y entrenador, que permanece en un discreto segundo plano hasta que decide señalar a alguien en mitad de la fiesta: a Maymo. El fisio trabajó horas extra para recuperar a Nadal tras la tremenda semifinal que jugó el viernes contra Fernando Verdasco (5h 14m).

Es una muestra más de la preocupación por todos los detalles. Como lo fue también que su equipo tuviera que cambiar varias veces durante el torneo los billetes de avión de su viaje de vuelta. Justamente cuando se va a producir el brindis, alguien repara en el peligro: "¡Con el vaso de plástico, no!", le dicen a Nadal, que, retando al maleficio, no ha reparado en que aquello no es de vidrio. Solucionado el problema, el número uno del tenis abandona la escena. Ha estado horas atendiendo a las televisiones: tras la rueda de prensa, contesta tres preguntas para la suiza, otras tantas para la española Cuatro y así sigue con la japonesa y la ESPN de Suramérica. Quedan entonces las radios españolas y varias bromas en directo con una de Palma de Mallorca, en la que Tomeu Salvá, amigo suyo, está en directo.

El tren de compromisos no se detiene ahí. Ayer al mediodía, tras una noche de celebración que le dejó bien tarde en su habitación del hotel Crown, Nadal tenía cita con otra conferencia de prensa. Son los compromisos del campeón.

Verdasco ya es el 'número nueve'

- Clasificación ATP:

1. R. Nadal: 14.620 puntos.

2. R. Federer (Sui.): 11.000.

3. N. Djokovic (Ser.): 9.010.

4. A. Murray (GB): 7.360.

5. N. Davydenko (Rus.): 5.030.

6. A. Roddick (EE UU): 4.510.

7. J. M. del Potro (Arg.): 4.350.

8. G. Simon (Fra.): 4.170.

9. F. Verdasco: 3.480.

10. D. Nalbandián (Arg.): 3.395.

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