52 parlamentarios cobran 12.000 euros de indemnización sea cual sea su futuro

El Parlamento comenzará la próxima legislatura, la novena de su historia, estrenando Reglamento. El nuevo ordenamiento, además de potenciar la función de control del Legislativo sobre las actividades del Gobierno, recoge una vieja aspiración de los parlamentarios que hasta ahora no se había podido hacer realidad: cobrar una indemnización cuando causen baja debido a la disolución de la Cámara para unas elecciones. Esa indemnización, denominada de "transición", asciende a 12.000 euros brutos y la van a percibir por primera vez un total de 52 parlamentarios.

De los 75 que integran la institución, sólo los miembros de la Comisión de Urgencia Legislativa (18) y los de la Mesa (cinco) siguen percibiendo su sueldo hasta que se constituye la nueva Cámara. Esta comisión y la Mesa forman lo que se conoce como Diputación Permanente, que es el órgano que cubre el vacío que se crea desde que se disuelve el Parlamento de Vitoria hasta que se vuelve a constituir pasadas las elecciones autonómicas.

"Es una manera de compensar los meses que se quedan sin sueldo"

Los 52 restantes quedan en una especie de tierra de nadie. Muchos repiten en las candidaturas de sus partidos y se entregan durante el periodo de disolución a trabajar por ellos. Otros no repetirán y volverán a sus puestos de trabajo, en la empresa pública o la privada. Y otros tendrán que "buscarse la vida", describe gráficamente Rafael Larreina, de EA, vicepresidente segundo de la Cámara. La casuística puede resultar muy variada, pero pase lo que pase y sea cual sea el futuro que les aguarde, cada uno cobrará la compensación de 12.000 euros.

Se trata de una medida calcada del Reglamento del Congreso de los Diputados. "Un parlamentario deja de serlo", explica Larreina, "y de repente se encuentra durante dos o tres meses

[el tiempo que transcurre hasta que se forma la nueva Cámara] sin ingresos. No tiene derecho al desempleo, ni a ningún tipo de prestación de la Seguridad Social". Con esta indemnización, lo que han pretendido los partidos, que defienden la iniciativa aunque llegue en plena crisis, es que durante ese plazo el parlamentario que ha dejado de serlo al menos tenga "una seguridad económica, un respaldo".

La vicepresidenta primera del Parlamento, la socialista Isabel Celaá, puntualiza que en ningún caso la indemnización tiene un carácter de retribución, es decir, de salario: "Es la primera vez que se pone en marcha esta medida. Se trata es de ayudar a los parlamentarios que se quedan sin sueldo. Es una manera de compensar los meses que se quedan sin sueldo, el tránsito hasta su nueva situación, que puede ser otra vez de parlamentario o no".

La sintonía es total entre los partidos. Desde el PP, el secretario primero de la Mesa, Carmelo Barrio, considera "correcto" que los parlamentarios disfruten de una compensación cuando dejan el escaño dado que no tienen desempleo ni otras prestaciones. El PP y EHAK fueron los dos únicos grupos que se opusieron a la reforma del Reglamento. En el caso de los populares, esa oposición no tenía nada que ver con la indemnización ni con otras medidas de la normativa, sino a que no se recoge la exigencia de que los parlamentarios acaten la Constitución al tomar posesión del escaño.