El presunto asesino tenía fotos obscenas de su hija de 3 años

El hallazgo casual del cadáver de María Teresa Comesaña Troncoso, de 43 años, y la detención de su ex pareja acaba de destapar un crimen escabroso en el que se entremezclan la violencia machista con un delito de homicidio que lleva aparejado otro de prostitución y corrupción de menores sobre la hija de ambos, de tres años de edad. La jueza decretó ayer el ingreso en prisión provisional y sin fianza de José Zapatero Fonte, de 37 años, como presunto responsable de la muerte de su ex novia, cuyo esqueleto, anclado en el fondo de la ría, acabó enredado entre el aparejo de un pesquero ferrolano que faenaba en la bocana de la ría de Ares.

La Fiscalía sostiene que hay indicios de que el hombre apuñaló a la madre de su hija y se deshizo del cuerpo en el mar con una pequeña embarcación. Fue detenido el lunes en Cabanas como único y principal sospechoso. Durante el registro de su domicilio, los agentes de la Guardia Civil hallaron fotografías y vídeos de contenido pornográfico que él mismo admitió haber grabado y en los que aparece desnuda su hija de tres años. El presunto asesino negó ayer tajantemente los hechos que lo sitúan como el principal sospechoso de la muerte de Teresa Comesaña. Ambos mantuvieron una relación sentimental durante unos años, aunque el detenido nunca fue denunciado por la víctima. La causa, a cargo del juzgado de Instrucción número 1 de Ferrol, sigue bajo secreto sumarial, pero la magistrada, Ana González Lorenzo, se inhibirá en favor de los juzgados de violencia de género de Vigo, ya que la víctima vivía en Nigrán.

Se pedirá un examen exaustivo de la niña para ver si sufrió abusos

Pero el presunto homicidio de Teresa Comesaña no es el único delito que se le imputa a Zapatero. El Ministerio Público lo considera responsable de otro de prostitución y corrupción de menores, penado con condenas de cuatro a ocho años, con el agravante de que la niña, además de su corta edad, era su propia hija. Fuentes próximas a la investigación indicaron que se pedirá un examen exhaustivo de la pequeña para comprobar si sufrió abusos.

Desde el lunes, Zapatero permaneció casi 72 horas bajo custodia policial y fue interrogado repetidas veces antes de pasar ayer a disposición judicial, aunque mantuvo su inocencia con una frialdad que impresionó a los funcionarios del juzgado. Llegó escoltado a las 11 de la mañana. Aparentemente tranquilo, conversaba con su abogada y negaba con la cabeza. Prestó declaración dos horas ante la jueza y salió esposado, ocultando su rostro tras una chaqueta oscura. A las 17 horas regresó al juzgado para declarar por el segundo delito. El magistrado ha solicitado una orden de alejamiento para que no pueda acercarse a la pequeña.

El presunto asesino de Nigrán tenía fotos obscenas de su hija de 3 años