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Consecuencias del temporal

La nieve dificulta las reparaciones para devolver la electricidad a 60.000 hogares

Un operario recibe una descarga eléctrica cuando intentaba arreglar el servicio

"Estamos en una batalla continua con las condiciones climatológicas". Así se lamentaba a última hora de la tarde de ayer el conselleiro de Industria, Fernando Blanco, cuando la lluvia, nuevas rachas de viento y sobre todo la nieve, dificultaban los trabajos de reposición del suministro de energía eléctrica y 60.000 familias gallegas se preparaban, en ese momento, para afrontar la tercera noche consecutiva sin luz.

Con tres teléfonos móviles como compañeros inseparables, el conselleiro de Industria llevaba varias jornadas realmente "inimaginables" y aunque quería ser optimista y pensar que el día se cerraría con avances importantes en la búsqueda de la normalidad, no podía evitar una dosis de realismo conforme iba avanzando la jornada: "Las dificultades nos impedirán resolver de forma definitiva en el día de hoy [por ayer], los problemas".

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"Hemos respondido razonablemente bien"

A esa hora ya se habían suspendido algunos trabajos por "vientos racheados y nieve". Y es que las circunstancias climatológicas aportaban un añadido de peligro "muy importante" para los 1.000 operarios que ayer pulularon por toda la geografía gallega, especialmente Lugo y A Coruña, para reponer un servicio cuya ausencia contribuyó a multiplicar los problemas en una comunidad donde nunca con anterioridad se había dado la circunstancia de que resultara dañada toda la infraestructura energética de alta, baja y media tensión. Para complicar más las cosas, a última hora de la tarde se registró un tornado en Boqueixón.

El servicio de emergencias 112 anunciaba a última hora de ayer la activación de alerta amarilla por nieve en las cuatro provincias gallegas, un problema más para restablecer la normalidad en carreteras, medios de transporte y en los 60.000 domicilios que ayer a última hora de la tarde continuaban sin luz después de dos días a oscuras. La paciencia cansó a más de uno, como el alcalde de Abegondo, Juan José Rocha, que se mostró indignado con Unión Fenosa y reclamó "responsabilidades", a la compañía por no reponer el servicio.

Entretanto, cientos de operarios de los servicios públicos y privados que intentaban recuperar la normalidad del tendido eléctrico vivieron más de una situación difícil.

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La peor parte se la llevó un técnico que trabajaba en el municipio coruñés de Neda, que sufrió quemaduras graves por una descarga eléctrica. El trabajador, de la empresa Electra del Narahio, fue trasladado en una ambulancia medicalizada del 061 a la unidad de quemados del Complejo Universitario de A Coruña, donde al cierre de esta edición permanecía ingresado.

La climatología también impidió continuar con la reparación de las seis torretas de 400 kilovoltios de Red Eléctrica que el viento había doblado en el municipio pontevedrés de Lalín, pese a tratarse de estructuras preparadas para soportar vientos de 180 kilómetros por hora. "De todas formas", explicó el conselleiro de Industria, Fernando Blanco, "todo ese suministro se atiende por vías alternativas y, por lo tanto, no afectará esta problemática, aunque sí que nos deja en una situación de mayor debilidad, porque no hay un circuito alternativo".

Los problemas también persistían ayer en el servicio telefónico: a mediodía había 35.000 gallegos sin telefonía fija. "Las incidencias en este aspecto se redujeron de forma notable, pero muchas de las averías están condicionadas por el fluido eléctrico; por lo tanto, hasta que no se reponga el suministro no habrá servicio telefónico y continuarán las dificultades", razonó Blanco. Todas estas incidencias ocurrieron en una comunidad que dispone de más de 80.000 kilómetros de líneas de baja tensión y esto, agregó, "dificulta enormemente los trabajos".

Al igual que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, el conselleiro de Industria confiaba en que hoy se pudiese dar por concluida la pesadilla que ocasionó el viento y luego complicó la nieve, aunque la climatología no da tregua: "A medida que vamos resolviendo problemas, el mal tiempo nos provoca nuevas dificultades". La alerta roja por fuertes vientos en el mar continuará durante la jornada de hoy.

El temporal que afectó a Galicia en las últimas horas tampoco tuvo piedad con las conocidas como "Torres Nazis" de O Arneiro en Cospeito (Lugo). Acabaron en el suelo dos de las tres que aún permanecían en pie desde que, en 1940, fueran instaladas por el ejército alemán. La Xunta había iniciado su recuperación.

Árboles caídos delante de la casa rural de Lamacido (A Coruña).
Árboles caídos delante de la casa rural de Lamacido (A Coruña).PEDRO AGRELO

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