Glòries, de anillo a media luna
El derribo del tambor por fases dejará una plaza elíptica durante dos años
La sección de la plaza de las Glòries no pasará de circular, la forma que tiene ahora, a rectangular, que es la que tendrá cuando esté terminada, si no hay retrasos, en 2014. Habrá una fase intermedia en la que el anillo viario dibujará una gran media luna. Y así estará, más o menos, desde finales de 2011 a mediados de 2013. Eso si se cumple el complicado calendario de las obras de derribo del tambor que se alzó en medio de Barcelona para los Juegos Olímpicos.
El primer cambio, una vez que están ya derribados los paneles de la estructura del tambor, se verá en los próximos meses. Trabajadores y máquinas están preparando la calzada del interior del anillo para que por ella circulen los autobuses que actualmente rodean la plaza en uno y otro sentido. De TMB hay cuatro líneas afectadas: 7, 56, 92 y 192, además de una línea nocturna y la B21 de Tucsal. Casi todas ellas tienen actualmente parada en los lados montaña y mar de la plaza. Los bordillos del interior de esa calzada ya se han colocado y se tiene que iluminar y señalizar semafóricamente, explican en Bimsa, la empresa municipal que ejecuta la reforma de la plaza.
Los autobuses circularán por el interior del tambor de Glòries
Glòries se convertirá en una media luna en el segundo semestre de 2011, fecha en la que el mercado de los Encants se trasladará a su nuevo emplazamiento, en la Meridiana, entre el Teatre Nacional y la propia plaza de las Glòries. Precisamente, la mudanza de los Encants es una de las condiciones para derribar el lado mar del anillo viario, ya que ese espacio se necesita para desviar parte del tráfico de vehículos que cada día entran y salen de Barcelona por la Gran Via: unos 140.000.
La primera maniobra será derribar el lado mar del anillo viario, el de salida de los vehículos de la Gran Via. Ese tráfico pasará a salir por el lado montaña del anillo y los vehículos que entren a la ciudad lo harán por superficie. "Actualmente hay cuatro carriles, pero se necesitarán algunos más. Por eso hace falta ocupar parte del solar que ahora ocupan los Encants", explica un responsable de Bimsa.
La media luna se mantendrá, según el calendario, hasta el primer semestre de 2013. Durante esos dos años en el subsuelo se trabajará en la construcción del túnel de salida de la Gran Via. Cuando ese túnel esté acabado -a mediados de 2013, según las previsiones-, se desmontará la parte elevada del anillo del lado montaña.
A partir de ese momento, el tráfico de salida y entrada de la Gran Via sufrirá otro cambio. Los que salgan de Barcelona lo harán por el túnel ya construido y los que entren circularán por encima de la losa del propio túnel. Mientras, en el subsuelo se construirá el segundo túnel: el de entrada a la ciudad por la Gran Via. A diferencia del sentido de salida, que pasará recto por debajo de la plaza, el de entrada irá a buscar la Diagonal. Éste no entrará en funcionamiento hasta un año más tarde, en 2014. Será entonces cuando la plaza tendrá la sección rectangular proyectada, con la circulación interna en el tráfico perimetral de la plaza y la entrada y salida de la Gran Via soterrada.
Lo que todavía no se ha determinado es el número de carriles de circulación que tendrá la futura plaza de las Glòries. Como tampoco se ha despejado todavía qué cambios comportará la nueva forma en el recorrido de las dos líneas del tranvía que actualmente la rodean por el lado mar.
De momento, hay dos previsiones en el plan de trabajo del Ayuntamiento que no se están cumpliendo, aunque ninguna de las dos es de su competencia: la construcción de la estación ferroviaria en el subsuelo y la de un intercambiador del transporte público. La primera depende de la Administración central y la segunda de la Generalitat.
Y falta por ver si la construcción del nuevo centro museístico de la plaza, Diseño Hub Barcelona (DHUB), proyectado por Oriol Bohigas, y el nuevo mercado de los Encants, en lo que fue el Bosquet y con firma de Fermín Vázquez, se ajusta a las previsiones municipales. Para los dos la fecha prevista de final de obra es 2011; en el caso del mercado, para acometer el derribo de parte del anillo viario, y en el DHUB, para desalojar las dependencias del Palau de Pedralbes, que necesitará la sede de la Unión por el Mediterráneo (UpM). Todo un rompecabezas.
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