Juande corta a Cannavaro

Fabio Cannavaro cumplía ayer su partido número 100 con la camiseta del Real Madrid. Una cifra cuando menos insólita porque conseguida por un futbolista de 35 años, al final de su carrera y en tan sólo dos temporadas y media, las que lleva en Chamartín. Juega, además, en una posición gafada, en la que nadie, menos Pepe, se había adaptado tan rápido en los últimos diez años. El central italiano ha sumado tantas presencias con la camiseta blanca más por su carácter -conquistó no sólo al vestuario, que le considera el cuarto capitán, sino también a Ramón Calderón, su fan número uno- y fuerza física que por sus prestaciones en el campo.

Titular indiscutible con Capello y Schuster -el alemán pidió renovarle ya que termina contrato esta temporada- Juande ayer le sustituyó por primera vez. "Teníamos que asumir riesgos, estábamos perdiendo y las cosas no iban nada bien, necesitaba darle la vuelta al marcador y meter a gente que subiera arriba", se justificó el técnico del Madrid que cambió al central italiano por Huntelaar, un delantero, pero siguió jugando con una defensa de cuatro y sin su carrilero más ofensivo, Sergio Ramos, reconvertido a central en la segunda parte. Cannavaro ha perdido fuerza y rapidez hasta en el salto -como en el tanto de Osasuna-.

Salir del área chica con la pelota entre los pies siempre le ha resultado exótico. Lo suyo es defender y ya está. Su salida del césped revolucionó el esquema táctico. A Juande le dio un ataque de ansiedad y cambió hasta cinco posiciones: puso a Sergio Ramos de central, a Raúl en el centro del campo, a Higuaín de extremo por la derecha, a Huntelaar como único ariete y a Lass de lateral derecho, posición que ocupa en la selección francesa. Las cosas están tan convulsas en el Madrid que el jugador por el que el club se gastó 20 millones de euros para, en teoría, sustituir a Mamadou Diarra y hacer de trinchera en el centro del campo, acabó dejando su sitio a Raúl y jubilando a Cannavaro.