Cien años de lucha contra la lepra
Fontilles, el último sanatorio que queda en Europa, se fundó en 1909
"Llegué el año 1985". Manolo tenía 36 años y procedía de Granada. Todo empezó con "unos granitos" que le causaban malestar. En Fontilles, La Vall de Laguar (La Marina Alta) encontró tratamiento y hogar. "Estoy contentísimo. Esta es mi casa". Manolo es uno de los 55 residentes del Sanatorio San Francisco de Borja, de la asociación valenciana de lucha contra la lepra de Fontilles. La mayoría no tiene la enfermedad activa. Ayer, Manolo observaba el atípico ajetreo de la celebración del centenario del centro, el último para leprosos de Europa occidental. Más de 600 personas secundaron los actos, a los que acudió el presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Fue un día de reconocimiento, de reencuentros, de recordar que el tiempo pasado no siempre fue mejor.
El sanatorio arrancó en 1909. El sur de Valencia y el norte de Alicante era una zona endémica de lepra. Había pueblos de 200 habitantes con 80 enfermos. Y en los alrededores hay cuevas donde se abandonaban enfermos. "Se creía que era hereditaria, un castigo de Dios y mucho más contagiosa de lo que es", explica Pedro Torres, jefe del laboratorio del Sanatorio. "Lepra equivalía a exclusión", añade el historiador Vicent Comes, autor de un libro sobre Fontilles. En ese contexto, el abogado Joaquín Ballester y el jesuita Carlos Ferris fundaron el sanatorio. Ocho enfermos de la zona fueron los primeros pacientes, un 17 de enero de 1909. Por el centro han pasado más de 2.600 enfermos. La iniciativa se apoyó en el respaldo privado y contó con muchos voluntarios. Hasta los 70 no hubo un concierto con la Seguridad Social, recuerdan fuentes de la junta de gobierno de la asociación, que tiene 100 socios y 9.000 colaboradores.
En 1982 se logró una cura. Ahora casi no hay casos nuevos (el año pasado unos 20 en España). Y junto a los residentes, el sanatorio atiende a 130 enfermos externos. También tiene, desde 1998, un geriátrico para mayores con alto grado de dependencia. En Fontilles siguen investigando. Y la asociación colabora en 35 proyectos de 22 países, preferentemente relacionados con la lepra y enfermedades asociadas a la pobreza.
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