GKN presenta un expediente que afectará a 800 trabajadores en Galicia

Ni las ayudas de la Consellería de Traballo han podido evitar que la tercera mayor empresa de Vigo, GKN Driveline, se sume a la cadena de regulaciones de empleo en el automóvil. Ayer por la mañana la Xunta autorizaba un ERE para la planta de componentes que afecta a 799 operarios de los casi 1.000 que tiene. El expediente, de suspensión temporal, ha sido pactado con los sindicatos y se aplicará entre enero y agosto de este año. La caída de pedidos de sus clientes, que además de Citroën son las multinacionales Ford, Hyundai, Volkswagen, Opel y Chrysler, está detrás de la solicitud de la firma. La empresa, que forma parte de un grupo inglés, cuenta con 40.000 trabajadores en 30 fábricas en el mundo y produce sistemas de transmisión.

La suya no fue la única mala noticia de los últimos días. Universal Textil y Faurecia acaban de presentar otras dos solicitudes de ERE en Galicia que, con la de GKN, afectan a 984 trabajadores, también de forma temporal. En total, la Xunta ha tramitado en los últimos meses 48 ERE de la industria auxiliar del motor, el 90% a petición de empresas radicadas en la provincia de Pontevedra. Los próximos en presentarse serán los de Denso y Gonvarri. Ambos negocian desde ayer con sus plantillas expedientes para el primer semestre de este año que afectarían a 226 trabajadores en el primer caso y a 90 en el segundo.

En las empresas de componentes, los expedientes temporales se ven como la única tabla de salvación para mantener la dimensión de las plantillas y hacer frente a los días de inactividad. Por ahora la mayoría han sido pactados con los sindicatos, lo que significa que mejoran las condiciones mínimas legales, en las que el Inem paga a los afectados el 70% de la base reguladora y las cotizaciones sociales (con un límite de 1.380 para un empleado con cargas familiares y de 1.077 euros sin ellas).

Por ahora nadie se atreve a pronosticar cuándo se podrá recuperar la producción. Celso Carnero, responsable de componentes de automóvil en CC OO, no tiene ninguna duda de que, "tarde o temprano", la demanda va a subir, "aunque seguramente no alcanzaremos niveles de 2008". También ayer, el Cluster del sector envió un comunicado en el que reconoce que "el descenso de la producción tendrá importantes consecuencias, con su consecuente impacto en el empleo". En tono más positivo advierte que, aunque la fabricación de PSA retroceda a niveles de 1997, "la industria de componentes empleaba a por aquel entonces a 5.900 personas y en 2008 ha empleado a más de 15.000", por lo que "el dispositivo industrial creado no es el mismo".

Otra cosa es cómo se está manejando la crisis desde los poderes públicos. Ayer el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, aseguró que el empleo y los trabajadores son su principal preocupación, y recordó que tiene el compromiso de PSA para evitar "la extinción definitiva de los contratos". Las consellerías de Economía, Traballo e Industria se han implicado en la situación particular del automóvil, dado el peso que tiene en la economía de Galicia.

Para el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, el Gobierno central debería tomar ejemplo y poner en marcha medidas que afecten "al conjunto del Estado y no únicamente para algunas empresas". Para el líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, la Xunta está "ocultando la crisis tratando de maquillar y manipular las listas de parados por medio de cursos de formación".