Ricardo Montalbán, actor y galán mexicano
Su imagen y su voz le abrieron las puertas del éxito
A los 88 años ha fallecido en Hollywood el actor mexicano Ricardo Montalbán, que en la segunda mitad del pasado siglo intervino en no pocas películas, y especialmente en series de televisión, con las que alcanzó gran popularidad. Su imagen de latin lover a la que acompañaba una bonita voz, más unas discretas pero suficientes dotes para la interpretación, le abrieron pronto las puertas del éxito. Antes de arribar a Hollywood a mediados de los años cuarenta había intervenido en varias películas mexicanas, una de ellas, Pepita Jiménez, junto a la española exiliada Rosita Díaz Gimeno. En Estados Unidos pretendieron cambiarle el nombre por el de Rick Martín, a lo que el actor se negó. Como igualmente rechazó siempre la nacionalidad estadounidense, a pesar de que en Hollywood, y ocasionalmente en Broadway, hizo lo mejor de su carrera.
Pese a sus éxitos en Hollywood, rechazó la nacionalidad estadounidense
Junto a la estrella acuática Esther Williams intervino en películas de entretenimiento como Fiesta brava (1947), En una isla contigo (1948) o La hija de Neptuno (1949), y prácticamente siempre junto a otras estrellas, en el resto de su filmografía: con Pier Angeli y Cyd Charisse en Sombrero (1953); con Lana Turner en Mi amor brasileño (Latin lovers, en su título original, 1953), actriz con la que volvería a coincidir en el melodrama La mujer X (1966)... En ocasiones su aspecto físico le condicionó a interpretar personajes exóticos: de indio, junto a Clark Gable, en Más de allá del Missouri (1961); igualmente de indio en El gran combate (1964), de John Ford; de japonés en Sayonara (1957) junto a Marlon Brando; de malvado Khan en Strar Trek; de mexicano distinguido en Ladrones de trenes (1973), junto a John Wayne; de millonario latino en Noches en la ciudad, junto a Shirley MacLaine...
Con Carmen Sevilla protagonizó Los amantes del desierto (1957), uno de los rodajes más complicados del cine español, ya que durante su filmación en Egipto estalló la guerra del canal de Suez. Hasta cuatro directores intervinieron para acabar el rodaje, que se prolongó de forma inusual. Veinte años después, Los amantes del desierto fue doblada de nuevo por Tip y Coll y estrenada con el título Asalto al castillo de La Moncloa, caricatura de la democracia recién estrenada en España. El cineasta Carles Jover dedicó uno de sus documentales al actor, Ricardo Montalbán en España, realizado en 1985.
El deseo de Ricardo Montalbán de mantener su nacionalidad mexicana se prolongó en su afán por mejorar la imagen pública de los latinos a través de la fundación Nosotros, que creó en 1970, ayudando con ella a otros actores a defender sus derechos. Montalbán había obtenido un premio Emmy por su trabajo en La conquista del Oeste (1978), y había sido nominado a los premios Tony por el musical Jamaica, en 1957. Trabajó hasta el final de su vida a pesar de la dolencia grave que padecía como consecuencia de un accidente durante un rodaje, del que no mejoró a pesar de varias intervenciones quirúrgicas.
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