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PSA propone enviar 34 días a casa a su plantilla fija y suprime la temporal

La empresa esquiva de momento un ERE y plantea más flexibilidad a los fijos

María Fernández

Dentro de tres meses, 900 contratos temporales se extinguirán sin posibilidad de renovación en la fábrica de PSA en Vigo. Se sumarán a los casi 900 que terminan este mes, adelgazando la plantilla en un 21% para dejarla en 6.700 trabajadores.

Parece el último intento por conjugar el complicado equilibrio del binomio empleo-producción sin que afecte a los contratos fijos. La consigna, anunciada ayer por la dirección de la planta a los sindicatos, es eliminar por completo la temporalidad suprimiendo definitivamente el turno de noche a partir del mes de abril.

Aún así, con el calendario laboral aprobado para este ejercicio, de 219 jornadas, los números siguen sin salir: sobran 1.100 trabajadores si se mantiene el objetivo de ensamblar 298.000 coches, un 32% menos que el año pasado. ¿Qué propone la empresa entonces? Aumentar la cadencia diaria de fabricación a cien unidades por hora (en los dos turnos de trabajo dan un resultado de 1.600 coches por jornada). Haciendo esto, con 186 días de actividad se alcanzaría el total deseado. La cuestión está en cómo, sin expedientes de regulación de empleo, puede PSA mantener una plantilla que, además de las vacaciones habituales, se verá obligada a quedarse en casa una media de 34 días más este año. "La flexibilidad es la clave. Tenemos que agotar todas las posibilidades", señalan fuentes de la empresa.

La planta "agotará las posibilidades" para evitar una regulación
La industria auxiliar sigue sumida en el mutismo

La dirección ha planteado una batería de compromisos que absorban el impacto de las paradas. Ampliar la bolsa de horas es una de ellas. Esta herramienta permite recuperar el tiempo perdido cuando se necesite. Por ejemplo, si el año próximo aumenta la demanda los operarios asumirían los días de inactividad de este 2009. Fraccionar las vacaciones, obligando a que todo el personal disfrute de una semana de descanso en marzo o que toda la plantilla concrete en los mismos días los permisos individuales pactados en convenio son otras estrategias planteadas.

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Ahora habrá que ver si los trabajadores están dispuestos a hacerlo. Tal y como lo plantea PSA hay pocas opciones. El expediente de regulación temporal sigue siendo una amenaza muy real en un sector que se presenta como la primera víctima de la crisis en el consumo. "Todo esto podría cambiar según avance el mercado", anunció ayer un portavoz. La tensión va a ser máxima mientras dure la inestabilidad, ya que todas las previsiones podrían cambiar según los vaivenes de las ventas.

Los representantes de los trabajadores acogieron la propuesta "con responsabilidad, realismo y ánimo colaborador", según PSA. Sin embargo, el delegado de CC OO, Pedro Comesaña, recordó que todo lo anterior está pensado para "minimizar", el impacto en el empleo, pero no para "evitarlo". Por su parte, el representante de la CIG en el comité, Henrique Pérez, aseguró que pese a ser conscientes de que "es un año difícil", el pesimismo en la dirección es patente. En tono más crítico denunció que las medidas "no se acompañan de un esfuerzo social y económico". La desaparición total del turno de noche es un duro golpe para los trabajadores, que en diciembre se habían marcado como objetivo mantenerlo. "Si volvemos a cifras de producción de 1997, anteriores a la implantación del turno de noche, lo lógico es que éste se suprima" aseguraron fuentes de PSA.

En la industria auxiliar, que depende en gran medida de los pedidos de la fábrica de Balaídos, nadie se pronuncia. Ayer representantes de empresas de componentes recibieron el calendario propuesto por la dirección de la planta. En varias ocasiones, el presidente del Cluster, Antonio Vega, ha mencionado que las empresas de la órbita de Citroën no tienen ni por asomo los mecanismos de flexibilidad de la multinacional, y que un parón de la actividad les obligaría a recurrir a medidas más drásticas.

Con este panorama, la preocupación de los representantes políticos y empresariales es evidente. Ayer, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, aseguró que trabaja con el Cluster para evitar la "extinción definitiva de contratos". En su opinión, es importante "realizar una apuesta por mantener la unidad de las empresas auxiliares para que dentro de dos años no haya que buscar piezas en otros países". Con las facilidades que la globalización ofrece para deslocalizar la producción, circula en el sector la idea de que una fábrica que cierra por un bache es una fábrica que no vuelve a abrir.

Un balón de oxígeno puede venir del Plan Estatal de la Automoción. Desde hace varios meses, el Centro Tecnológico del Automóvil (CTAG) pilota un proyecto que aspira a recibir buena parte de las ayudas comprometidas por el ministro Miguel Sebastián, cuya orden se publicará el próximo lunes. Según el presidente de la Xunta, el plan materializa el compromiso del Gobierno con subvenciones de 800 millones de euros para el sector.

Miles de coches de la planta de Citroën, almacenados en el muelle de Bouzas el pasado miércoles.
Miles de coches de la planta de Citroën, almacenados en el muelle de Bouzas el pasado miércoles.LALO R. VILLAR

Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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