"Lo único que pierde Málaga es un director general mejorable"

No se puede perder lo que no se tiene y la Cuenca Mediterránea Andaluza careció de competencias de decisión desde que se transfirió a la Junta en 2005, y si había un director general en Málaga era "por comodidad, como lo era que el director de la Cuenca Atlántica estuviera en Jerez". Con esta sorprendente afirmación, la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, intentó ayer zanjar la polémica sobre la pérdida de peso institucional y de autonomía de Málaga en la gestión de los recursos hidrográficos por la desaparición de la Cuenca Mediterránea Andaluza, antigua Confederación Hidrográfica del Sur, cuyo director general, dijo, "ha tenido toda la capacidad de hacer propuestas", pero nada más.

Pero no conforme con restar importancia al rango del cargo cuya pérdida ha originado una oleada de críticas en Málaga contra el centralismo de la Junta, la consejera también cuestionó la labor de quien lo ha ostentado, Antonio Rodríguez Leal. "Lo único que pierde Málaga es un director general que es mejorable en su gestión y por eso ha dejado de serlo, y en ningún caso esta consejera tenía intención de seguir contando con él". Rodríguez Leal, que cesó hace una semana, dijo irse decepcionado, que Málaga si pierde competencias y que es comprensible el sentimiento de agravio de los malagueños porque se escapa a Sevilla la gestión de más de 100 millones de euros.

Lejos de lograr su propósito de aplacar ánimos, las palabras de Castillo reavivaron la controversia y produjeron reacciones de indignación como la del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, porque "se nos ocultó que desde 2005 todo el poder de decisión se quedó en la sede de la consejería en Sevilla despojando a Málaga de esas competencias". "La Junta nos confirma ahora con cinismo que nos engañó en 2005 y que era lo que todos nos temíamos, pero siempre desmintieron".

La consejera se esforzó en explicar que todo se trata de una "falsa polémica" sin fundamento en nada real. Eso sí, admitió que su departamento ha errado al no haber explicado antes y de forma precisa los cambios en el organigrama de la gestión del agua en la comunidad autónoma.

La asunción de competencias del Guadalquivir desde le pasado 1 de enero, que otorga a la Junta la gestión de todas las cuencas, ha provocado una reorganización del organigrama de gestión.

Las confederaciones y cuencas desaparecen como organismos y su gestión queda toda agrupada en la Agencia Andaluza del Agua, en cuyo seno se han creado cuatro direcciones generales sectoriales, para todas ellas: Servicios y Régimen Económico, Planificación y Participación, Informes y Explotación, y Dominio Público Hidráulico.

El territorio se reparte en cuatro distritos hidráulicos coincidentes con la delimitación de las antiguas confederaciones, Mediterráneo, Guadalquivir, Guadalete-Barbate y Río Tinto, Odiel y Piedras. Al frente de cada uno habrá un director técnico, pero Castillo insistió en que se mantienen edificios, sedes y todo el personal.

Anunció que Málaga será la sede de un Observatorio del Agua, órgano autónomo cuya figura jurídica aún está por dedicir, con funciones consultivas y de control. Diseñará como se logra el objetivo del precio único del agua en Andalucía, además de evaluar políticas, y estudiar mejoras de servicio y gestión.