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Dos urbanizaciones de Lloret de Mar acumulan 600 irregularidades

Piscinas ilegales y chalets no declarados son las principales infracciones

El Ayuntamiento de Lloret de Mar (Selva) está decidido a poner orden en la cuarentena de urbanizaciones que rodean el núcleo original del municipio. En colaboración con el Consell Comarcal de la Selva y a través de una empresa especializada, el Consistorio ha comenzado a supervisar el estado de los barrios y las zonas residenciales alejadas del centro. En una inspección a fondo realizada en los últimos meses se han detectado 600 irregularidades. De éstas, 400 están en la urbanización Lloret Residencial y 200 en la de Serra Brava. La cifra podría aumentar, ya que está previsto que las inspecciones se extiendan de forma progresiva al resto de las urbanizaciones.

Tanto Lloret Residencial como Serra Brava son edificaciones construidas en zonas boscosas de difícil acceso, en medio de la sierra prelitoral, rodeadas de pinares y surcadas por rieras y torrentes que buscan la salida al mar. La mayoría de las infracciones documentadas hasta el momento se refieren a la realización de obras sin licencia. Por ejemplo, construir una piscina en la finca sin declararla o levantar un chalet -o una casa unifamiliar, tanto da- en un terreno donde sólo consta una barraca en el catastro municipal. Los inspectores también se han encontrado con zonas donde las rieras y torrenteras, cauce natural del agua que baja de la montaña después de las lluvias, están tapadas o rellenadas para poder edificar, con el peligro de desbordamientos e inundaciones en caso de temporal.

El Ayuntamiento prevé sancionar a las fincas que incumplan la ley

Una vez registradas las infracciones, el proyecto municipal estudiará cada caso antes de decidir qué medidas tomará. Para el Ayuntamiento, es una oportunidad de conseguir que los vecinos infractores paguen los tributos correspondientes a las construcciones "reales" que existen en su parcela, teniendo en cuenta que hay propietarios que sólo pagan 40 euros anuales por una finca en la que se alza un chalet. Pero también hay previstas sanciones para estas construcciones irregulares, que pueden llegar a los 30.000 euros de multa o terminar con la supresión de la piscina o el derribo de la casa ilegal. Por el momento no se ha ejecutado ninguna demolición, pero el Ayuntamiento no descarta aplicar el máximo rigor en los casos más graves.

La actuación municipal se enmarca en al anteproyecto de ley de mejora de urbanizaciones con déficit urbanísticos, que se está tramitando en el Parlament. Y es que en muchos casos el origen de las irregularidades ya viene de lejos. Gran parte de las urbanizaciones construidas en Lloret de Mar y en el resto de Cataluña fueron promovidas durante el boom turístico y el desarrollismo de las décadas de 1960 y 1970.

Durante este periodo se erigieron decenas de urbanizaciones promovidas y comercializadas sin contar con un proyecto de parcelación, planeamiento urbanístico, previsiones de servicios ni dotaciones básicas de energía. Los principales problemas son de alumbrado, pavimentación, abastecimiento de agua y saneamiento. Se calcula que en Cataluña existen unas 2.300 urbanizaciones, 400 de ellas situadas en suelo no urbanizable, donde residen unas 625.000 personas.

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