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Reportaje:Televisión

Del plató al mitin político

Varias estrellas de la televisión de EE UU se pasan al Partido Demócrata

Con la estrenada legislatura, algunas de las nuevas caras que llegan a la capital de Estados Unidos son de sobra conocidas para los ciudadanos. Gracias a la televisión. Entre ellas la de Sanjay Gupta, que puede pasar de los platós de la cadena CNN al gobierno de Barack Obama. Gupta, de 39 años, ilustra como nadie el sueño americano. De padres indios, nació en los castigados suburbios de Detroit. En Michigan se doctoró en neurocirugía. Sin quitarse la bata, en 2001 se unió a CNN para elaborar reportajes médicos. Desde entonces ha cubierto, desde el punto de vista médico, crisis de primer orden como los atentados del 11-S, la guerra de Irak o los efectos del huracán Katrina.

Ahora, el presidente electo le ha ofrecido el puesto de cirujano general, el portavoz en materia de sanidad del gobierno federal y el jefe de una división de 6.000 médicos que dependen del Departamento de Sanidad y que están permanentemente de guardia para actuar en caso de emergencia. La jugada de Obama tiene sentido. Un experto comunicador con un impecable currículo médico puede ser la elección ideal para una portavocía. Pero depende de a quién se le pregunte. El representante demócrata John Conyers, que, como Gupta, es de Michigan, ha escrito una carta a sus compañeros del Congreso pidiéndoles que se tomen en serio este puesto y no permitan que Obama elija a alguien de la televisión. Opina que a Gupta "le falta la experiencia necesaria para supervisar una agencia federal que garantiza atención sanitaria básica a las comunidades más pobres y necesitadas de América".

Otro ejemplo es el de Al Franken, designado provisionalmente senador por Minnesota. Franken ha soportado un recuento electoral de dos meses que le ha concedido la victoria por 225 votos. Su oponente, el republicano Norm Coleman, ha impugnado el resultado y parece que su confirmación va a quedar, de momento, en el aire.

Franken es un producto de la factoría Saturday night live, un comediante que apareció en televisión vistiendo sólo pañales o imitando a Mick Jagger. Veinte años después se ha convertido en un político progresista mordazmente crítico con la Administración de Bush. Como político, ha pagado sus excesos de comediante. En 2000 escribió una columna en Playboy en la que describía una visita imaginaria a una especie de burdel mecánico en el que mantenía relaciones con mujeres y robots. Seis líderes republicanas le acusaron de "degradar a las mujeres". Tanto ruido le ha dejado al borde del empate técnico con su oponente.

Con el ejemplo de Franken, algunas estrellas televisivas que soñaron con dar el salto a la política han acabado reculando. Como el presentador de la cadena informativa MSNBC Chris Matthews, uno de los baluartes progresistas de la televisión estadounidense. Durante meses, la prensa especuló con la idea de que Matthews se enfrentaría, en 2010, al republicano Arlen Specter por uno de los dos escaños del Senado por Nueva York. Esta semana, Matthews le ha comunicado a su productor que tira la toalla. Se quedará, de momento, en MSNBC.

Al Franken, de cómico de<i> Saturday night live</i> a senador por Minnesota del Partido Demócrata.
Al Franken, de cómico de Saturday night live a senador por Minnesota del Partido Demócrata.AP

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