Nueve meses, nueve citas

Dijo en una entrevista a este periódico hace unos meses que tenía el corazón dividido respecto a la posible victoria de Barack Obama en las elecciones americanas. Que él, Alberto Ruiz-Gallardón, se inclinaba personalmente por el candidato que ha resultado ganador, pero que prefería que triunfara John McCain. Y no era para menos. El sueño olímpico se puso un poco más difícil el pasado 4 de noviembre. Obama, el nuevo líder mundial, la esperanza para afrontar un cambio que se ha fraguado desde la ciudad de Chicago, asistirá con bastante probabilidad el día 2 de octubre a Copenhague para apoyar a la candidatura olímpica de la ciudad que le aclamó como nuevo presidente de EE UU. Algo que no ha hecho ningún líder estadounidense en la historia de los Juegos Olímpicos. Y cualquiera le dice que no a ese símbolo.

Obama apoya la candidatura olímpica de su ciudad, Chicago

Pero hay todavía mucho camino por recorrer. Nueve meses y nueve citas cruciales antes del día en que Madrid puede redimirse de la decepción vivida en Singapur en julio de 2005.

Ese 2 de octubre, además, es la fecha en la que puede cambiar también la vida política de Gallardón. Antes de ese día, el alcalde de Madrid ni se plantea traspasar la vara de mando del Ayuntamiento. Y es cierto que puede que entonces tampoco lo haga. Pero superadas las elecciones europeas, las gallegas y las vascas, el PP de Mariano Rajoy, si las cosas han salido mal, puede ser, quizá tendrá que ser, el de otro líder. Incluido el del propio alcalde de Madrid. Pero él, la cita danesa no se la perderá por nada del mundo.

Ayer, tras la visita a la Caja Mágica, la que será sede de la prueba de tenis si Madrid se lleva el gato al agua, Mercedes Coghen, la consejera delegada de la candidatura, pasó parte de la tarde controlando las pruebas de impresión del dossier que se presentará el 12 de febrero en Lausana. A partir de entonces, el proyecto de Madrid ya estará cerrado y no se podrá tocar ni una coma. Después de esa fecha, para Coghen, el hito está claro: la visita de una delegación del Comité Olímpico Internacional (COI) entre el 4 y el 9 de mayo.

"Esos días se comprueba que todo es real. Que nuestro proyecto se puede visitar, que los datos son los que son. La delegación, por ejemplo, visita tres hoteles que eligen al azar y tiene que estar todo bien. Pero esa visita será para un grupo pequeño. Estaría bien que vinieran todos los miembros del COI, pero las normas no lo permiten", explica Coghen.

Por eso es importante también la cita del 29 de marzo. Ese día se celebra en Denver una de las convenciones organizadas por la empresa Sportaccord. Y la batalla se libra entre bambalinas. Un guateque que permite a las candidaturas agasajar a los miembros del COI de otros países, charlar con ellos y deslizar sutilmente (está prohibido hacer lobby) las bondades de sus proyectos. La prueba definitiva será el 17 y 18 de junio, cuando hay que volver a Lausana para la exposición técnica del dossier.

La primera idea de por dónde van a ir los tiros se obtendrá el 2 de septiembre. Ese día se hace pública la evaluación de las candidaturas. Es importante. Pero el ejemplo de Londres, que en esa fase quedó tercera y un mes después se llevó los Juegos a Inglaterra, relativiza la efeméride. "Nosotros bromeamos con la idea de que no es bueno quedar primero en esa evaluación", explica Coghen. Pero ahí la suerte ya estará echada y un mes después, quién sabe si sentados muy cerca de Barack Obama, la delegación apretará los dientes y sabrá de golpe si el trabajo, el esfuerzo y el dinero invertido por segunda vez consecutiva por este Ayuntamiento y sus ciudadanos han obtenido recompensa. Más allá de la puramente espiritual, claro.

Mercedes Coghen visita la nueva Caja Mágica